La asesora genética Stefanía Alastre Arcusa manifestó que una de cada diez mujeres dominicanas será diagnosticada con cáncer de mama a lo largo de su vida, indicando que este tipo de cáncer representa el 34 % de todos los casos detectados en mujeres en el país, según datos del 2022 de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Durante la conferencia "Genética y Prevención del Cáncer en la Mujer", Lastra Arcusa señaló que el cáncer de mama es la enfermedad oncológica más común entre las mujeres dominicanas, seguida del cáncer de cuello uterino, que representa alrededor del 10 % de los diagnósticos femeninos.

“Aproximadamente una de cada diez mujeres dominicanas va a recibir un diagnóstico de cáncer de seno en su vida. Si miramos alrededor, en cualquier grupo de diez mujeres, al menos una enfrentará esta enfermedad”, subrayó la especialista.

La experta del Moffitt Cancer Center explicó que, aunque la mayoría de los cánceres son esporádicos, entre un 5 y un 10 % tienen un origen genético o hereditario, causado por mutaciones en genes que normalmente protegen al organismo contra el desarrollo de tumores.

En ese orden, entre los genes más conocidos, mencionó BRCA1 y BRCA2, los cuales pueden elevar el riesgo de cáncer de mama hasta un 70 % en mujeres portadoras de estas mutaciones.

Lastra Arcusa destacó que en la actualidad se han identificado más de 70 genes asociados al desarrollo de distintos tipos de cáncer, incluyendo el de mama, ovario, colon y páncreas.

Además, resaltó la importancia de las pruebas genéticas actualizadas indicando que en la actualidad permiten analizar múltiples genes en una sola muestra de sangre, así como el valor de la detección temprana para aumentar las probabilidades de supervivencia y mejorar la calidad de vida.

Asimismo, recordó que los seguros médicos suelen cubrir la mayoría de las pruebas genéticas cuando existe una indicación médica, y que el costo para quienes las realizan de forma privada ronda los US$ 250.00, con opciones de financiamiento y ayudas económicas para casos de necesidad.

Importancia de la detección temprana

En ese orden, el jefe de la sección de Oncología Ginecológica, Michael Montejo, destacó la importancia de la detección temprana y del conocimiento genético de los tumores para ofrecer tratamientos más precisos y evitar terapias innecesarias en pacientes con cáncer de mama, ovario y útero.

Montejo explicó que detectar el cáncer en etapas iniciales brinda mayores oportunidades de cura, y que la medicina moderna se enfoca no solo en diagnosticar, sino también en comprender los mecanismos genéticos que causan los diferentes tipos de cáncer.

“Como médicos tenemos que entender cuáles son los mecanismos que causan el cáncer, para buscar tratamientos realmente efectivos”, expresó.

Agregó que en la actualidad los avances permiten analizar las expresiones genéticas de los tumores y esto ayuda a identificar los pacientes responderán mejor a determinadas terapias.

El experto resaltó el caso de los inhibidores de PARP, indicando que este tipo de medicamento ha logrado reducir hasta un 70 % el riesgo de muerte en pacientes con mutaciones genéticas específicas relacionadas al cáncer de ovario.

En cuanto al cáncer de útero, Montejo indicó que, aunque parece uniforme bajo el microscopio, se divide en cuatro subtipos genéticos distintos, lo que permite definir qué tratamientos son necesarios y cuáles no aportan beneficios.

“En algunos casos hemos visto que ciertos pacientes no necesitan quimioterapia, y darla puede causar más daño que beneficio. Conocer las diferencias genéticas nos permite ofrecer tratamientos más seguros y efectivos”, enfatizó.

Montejo explicó que la medicina de precisión es clave para el manejo actual del cáncer ginecológico, considerando que evita tratamientos innecesarios y mejora las tasas de supervivencia.

“El tratamiento óptimo hoy en día requiere comprender los cambios genéticos del tumor. Esa es la base para ofrecer la mejor atención posible”, precisó.

Recomendaciones

El director médico sénior de la Red de Oncología Radioterápica de Moffitt, Roberto Díaz explicó que como medida de prevención al cáncer de mama las mujeres deben realizar actividad física habitual, mantener un peso saludable, disminuir el consumo de tabaco y alcohol y considerar estrategias de prevención profiláctica o quimioprevención en los casos de alto riesgo.

Sobre la quimioprevención, explicó que aunque una mujer no haya desarrollado la enfermedad, puede recibir tratamientos preventivos, como el uso de tamoxifeno, para reducir la posibilidad de que el cáncer se manifieste.

En cuanto al manejo del cáncer mamario hereditario, el especialista recomendó una vigilancia que incluya autoexámenes mensuales, evaluaciones clínicas semestrales y estudios por imágenes según la edad y el historial familiar.

Añadió que por lo general las mamografías deben iniciarse a los 30 años, aunque en algunos casos pueden realizarse antes, incluso a partir de los 25 años, especialmente cuando existen antecedentes familiares.

Asimismo, indicó que la resonancia magnética se recomienda desde los 25 años, dependiendo del riesgo individual.

Díaz señaló que ante cualquier lesión sospechosa es necesario realizar una biopsia inmediata, y que estos casos pueden ser manejados dentro de una clínica de alto riesgo.

De su lado, la asesora genética Stefanía Alastre Arcusa instó a las mujeres a informarse sobre sus antecedentes familiares y realizarse los chequeos preventivos recomendados.