José Augusto Vega Imbert, abogado de larga tradición, militante de la Unión Cívica Nacional (UCN) de Santiago durante la lucha patriótíca de 1961 y del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) años después; secretario de Estado de Relaciones Exteriores en el gobierno de Salvador Jorge Blanco y embajador en España durante el mandato del presidente Hipólito Mejía, es un nombre cargado de testimonios de sucesos históricos contemporáneos. Mucho antes de atestiguar momentos históricos por sí mismo, su familia ya había trazado una línea trascendental, que sobrepasados sus 90 años decide compartir con nosotros.

Vega lmbert nació en Puerto Plata  en 1933, pero llegó a Santiago a los dos meses de nacido y desde ahí hizo vida estudiantil y profesional, además de política y deportiva. "El que me diga que yo no soy de Santiago, está absolutamente equivocado”, dice aludiendo a la frase de que “uno no es de donde se nace a la vida, sino desde donde se nace al amor”. Sin embargo, añade que “Su cariño por Puerto Plata ha sido siempre grande porque junto a su familia materna pasó todas las vacaciones de infancia y adolescencia”.

Por la línea paterna tiene descendencia directa de Ulises Francisco Espaillat, figura notable de la Restauración y presidente por siete meses. La abuela de Vega lmbert, Eloisa Espaillat, era nieta de ese gran ciudadano político y demócrata del siglo XIX.

Por la línea materna, desciende del general José María lmbert, que peleó en la batalla del 30 de marzo de 1844. Su madre era prima hermana de Antonio lmbert Barrera.

Vega lmbert hizo la primaria y la secundaria en Santiago, y estudió derecho en la Universidad de Santo Domingo hasta graduarse en el año 1956, junto a una pléyade de connotados abogados que egresaron en su promoción.

Su graduación fue el 28 de octubre de 1956, y con José Augusto se graduaron José Rafael Abinader Wasaf, Manuel Mora Serrano, Juan Altagracia Bruno Pimentel, Alejandro Asmar Sánchez, Héctor José Rizek Llabaly, Luis Manuel Amiama Castro, Juan Miguel Román, Manuel Tapia Cunillera, Rafael Artagnan Pérez Méndez, José Ramia Yapur, lvelisse Acevedo Gautier, Jaime Álvarez Dugan, José de Jesús Alvarez Bogaert, Rafael Francisco Bonnelly Batlle, entre otros.

“Yo he incursionado en determinados períodos en la política, pero yo soy abogado. Es decir, que si hay que definirme por una condición específica es la de abogado. Ahora, he incursionado fuertemente en la política en la lucha después del 30 de mayo de 1961, y también en los antecedentes  y después del golpe de Estado a Bosch en 1963”.

Vega Imbert cuenta que desde muy joven sentía antipatía por la dictadura y era consciente de que vivía en un país donde no había democracia. Recuerda haber acompañado a su madre a visitar los Estados Unidos en 1944, a los 11 años, y quedar sorprendido al ver como, durante la campaña electoral, los ciudadanos que no simpatizaban con el presidente Franklin Delano Roosevelt lo abucheaban en los cines cuando aparecía en la pantalla en un noticiario. Pensaba que eso era imposible, porque en la República Dominicana hubiese sido un suicidio.

“Yo viví mi adolescencia, en el año 1946, ya terminada la Segunda Guerra Mundial y con un espíritu de democracia, cuando todos los países aliados quisieron democratizar el continente y otros países como España. Todo eso terminó con la Guerra Fría en 1948.

En un libro de Bernardo Vega se habla del “interludio democrático” de Trujillo, cuyo propósito fue congraciarse con los países democráticos que ganaron la guerra, que permitió la fundación del Partido Socialista Popular (PSP) y de otro movimiento llamado Juventud Democrática, que durante poco tiempo fueron políticamente muy activos y celebraron diversos mítines.

Yo tenía 13 o 14 años. Yo no fui a mítines, pero mis amigos íntimos sí hablaban de eso. Trujillo se cansó de ese interludio e inmediatamente los aniquiló por la fuerza. Principalmente fueron exiliados.

Un elemento importantísimo para crear ese clima fue que Trujillo, para congraciarse con los aliados, había permido la entrada de un gran número de republicanos españoles que habían perdido la guerra contra Franco. Yo tenía siete años. Inclusive, republicanos que vinieron a Santiago hicieron amistad con mi padre y venían a mi casa. Yo era precoz y oía hablar de todo eso. Es decir, que yo estaba muy condicionado, pero lo hacía de una manera muy íntima y no lo exteriorizaba, salvo con amigos que pensaban igual que yo. Es decir que el antitrujillismo mío comenzó demasiado temprano”.

Recuerda Vega Imbert que, algunos años antes del ajusticiamiento del tirano el 30 de mayo de 1961, creció y se desarrolló muy intensamente un antitrujillismo radical motivado por una serie de acontecimientos. En 1956 fue el crimen de Jesús de Galíndez; en enero de 1959 el triunfo de la Revolución Cubana estremeció a todo el mundo, y en junio de ese mismo año se produce la expedición de Constanza, Maimón y Estero Hondo. “Esa gente fue totalmente aniquilada, salvo la excepción de tres sobrevivientes. Eso creó una situación muy tensa que sacudió a todo el país, especialmente a nuestra juventud”.

“A fines de ese año, yo fui contactado por un amigo compañero de estudios de la universidad, Rafael Francisco Bonnelly, hijo de quien fue el presidente del Consejo de Estado después de que Balaguer tuvo que salir del poder a principios de 1962. Ese contacto fue en diciembre de 1959, pero 15 días después comenzó la gran redada de enero de 1960. En esa gran redada hubo muchísimos presos, muertos o torturados, e influyó extraordinariamente en el desarrollo de ese esfuerzo por eliminar la dictadura. La mayoría de esos complotados integraron el Movimiento 14 de Junio liderado por Manolo Tavárez Justo.

Bonnelly me contactó y me asignó la tarea de buscar dos personas más porque la filiación era tipo trinitarios, que una persona buscaba dos más y conformaban una célula de tres; pero eso no duró ni 15 días porque ya a mediados de enero de 1960 se hace la gran redada, donde caen presos Manolo Tavárez, Minerva Mirabal y muchísima gente. Inclusive, hijos de funcionarios de Rafael Leónidas Trujillo, como Rafael Francisco Bonnelly, Ramón Cáceres Troncoso y otros. Ese hecho estremeció la vida nacional”.

Tales acontecimientos, así como el horror que produjo el asesinato de las hermanas Mirabal y el atentado al presidente Rómulo Betancourt de Venezuela, hicieron que la situación llegara a un punto que generó un grupo de acción y político para eliminar físicamente a Trujillo, lo cual se materializa el 30 de mayo de 1961. Entonces Vega Imbert tenía 28 años y trabajaba de lleno en su profesión de abogado, pues  desde que se graduó en 1957 comenzó a ejercer inmediatamente.

Tras el ajusticiamiento de Trujillo, el gobierno presidido por Joaquín Balaguer y respaldado militarmente por Ramfis Trujillo inició una apertura democrática cuyo propósito principal fue el levantamiento de las sanciones que la Organización de Estados Americanos (OEA) había impuesto al régimen trujillista tras el fallido atentado contra el presidente de Venezuela, Rómulo Betancourt. Durante ese periodo surgieron distintas organizaciones políticas, entre las cuales las más relevantes fueron el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), formado en el exilio; la Unión Cívica Nacional (UCN), constituida como movimiento puramente patriótico, o sea apartidista; y el Movimiento Revolucionario 14 de Junio, que integró principalmente a los conjurados que fueron apresados en enero de 1960.

El propósito de la lucha que se inició entonces fue la erradicación de la familia Trujillo y la instauración de un gobierno democrático que convocara a unas elecciones libres al más corto plazo.

Vega lmbert se unió a un grupo de jóvenes profesionales, empresarios y de diversos otros sectores para formar la seccional de la UCN en Santiago, llamada a jugar un papel con autonomía en esa lucha. Se vinculó por invitación del doctor Federico Carlos Álvarez, principal fundador y alto dirigente de la UCN, quien le habló de un movimiento patriótico para destrujillizar el país, del que Vega Imbert terminó siendo uno de los cofundadores.

La primera fase de esa labor culminó con el golpe de Estado del general Pedro Rafael Rodríguez Echavarría el 19 de noviembre de 1961, originado en la base aérea de Santiago y con pleno respaldo de la Unión Cívica de esta ciudad, que sacó del país a los hermanos de Trujillo, tras Ramfis Trujillo abandonar el país.

“El comité municipal de la Unión Cívica de Santiago jugó (a mi juicio) un papel estelar con casi plena autonomía frente a la cúpula nacional, radicada en la capital. El 90% de nuestros actos y acciones eran concebidos en Santiago y con una red y vínculos con otros pueblos cercanos como Moca, La Vega, San Francisco de Macorís y Puerto Plata”.

A principios de 1962, la Unión Cívica abandonó su propósito puramente patriótico y se convirtió en partido político para terciar en las elecciones de ese año. Vega lmbert se separó de la UCN en abril y retornó a las actividades profesionales propias de su carrera de abogado. Durante la etapa patriótica de 1961, y junto a otros compañeros, organizaba mítines, huelgas y actividades de promoción de la democracia.

Luego, cuando Joaquín Balaguer tuvo que salir del país como consecuencia de la oposición de los partidos políticos que querían elecciones libres en 1962, una decisión del grupo marcó etapas de su futuro en la política. “Después de que Balaguer se va, se plantea qué íbamos a hacer con el movimiento. Ya había un gobierno provisional que iba a preparar elecciones. ¿Qué hacemos? ¿Nos disolvemos o nos constituimos en partido político?”. Y el devenir de la UCN como partido es historia.

José Augusto Vega Imbert fue secretario de Estado de Relaciones Exteriores de la República Dominicana en el período 1982-1986 (gobierno de Salvador Jorge Blanco) y embajador de la República Dominicana en el Reino de España en el período 2000-2004 (gobierno de Hipólito Mejía). Está casado desde 1958 con la señora Rosa María Batlle con quien procreó tres hijos: Josefina, José Ramón y María Isabel, los dos primeros abogados en pleno ejercicio y la tercera psiquiatra infantil residente desde hace mucho tiempo en Madrid, España.