La costa norte de la República Dominicana vivió este domingo los efectos del paso del huracán Erin que, aunque bajó su categoría a 3 en la escala Saffir-Simpson y se desplaza a centenares de kilómetros al norte del país, causó en la zona un fuerte oleaje y vientos.
En las costas de Nagua, al norte del país, grupos de curiosos acudieron a observar las olas a pesar de la prohibición del Gobierno dominicano de acercarse a las orillas del Atlántico.
"Tenemos miedo de que pueda pasar algo, pero por ahora solamente se está alineando el paso del huracán", declaró a EFE Alexandra García, trabajadora en una tienda cercana a la playa de este municipio.
Mientras que Francis de La Rosa dijo que, al escuchar de "una tormenta, vine a chequear y veo que está bien brava la mar".
"He venido a supervisar y a ver si uno puede quedarse en casa", expresó de La Rosa que vive cerca de la costa.
Cerca de allí, en otra playa se reunieron aficionados del surf que aprovecharon el mal tiempo y el oleaje.
"Nosotros andamos buscando olas por el huracán", admitió Gaudy Estrella, una mujer aficionada a este deporte. "Llevamos diez años haciendo esto (en la práctica del surf)".
"Está cayendo agua, pero no tan fuerte. Lo veo como un día normal. Los surfistas practican teniendo un límite, porque si se pone muy fuerte (el oleaje), a veces vienen las autoridades y los sacan, pero por ahora las olas están buenas, pero no son muy peligrosas", afirmó Ramón Antonio, que acudió a la costa para observar a los surfistas.
Las autoridades dominicanas han mantenido la alerta verde (mínima) para 11 provincias, entre el extremo este y el noroeste del país.
El Instituto Dominicano de Meteorología (Indomet) estableció en su más reciente boletín que Erin, el primer huracán de la temporada del Atlántico, se localiza a unos 269 kilómetros de la provincia de Samaná (noreste) y que se desplaza al oeste/noroeste a una velocidad de 20 kilómetros por hora con vientos máximos sostenidos de 205 kilómetros.
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