La Fórmula Guzmán fue, en idea, la salida perfecta a la nube negra que ensombrecía a la República Dominicana en 1965, mientras transcurría la Guerra de Abril. La ciudad estaba armada, pero rodeada por norteamericanos. Los constitucionalistas tenían al coronel Francisco Alberto Caamaño como presidente y jefe militar, mientras que los norteamericanos crearon un gobierno paralelo: el gobierno de Reconstrucción Nacional, encabezado por el general Antonio Imbert Barrera.

Mientras todo eso sucedía, un grupo enviado por el gobierno de Estados Unidos a Puerto Rico negociaba con Juan Bosch una salida a la situación. Ahí surge lo que se llamó la Fórmula Guzmán, que fue un proyecto de acuerdo para que se instalara un gobierno provisional que llamara a elecciones, encabezado por Antonio Guzmán, una persona muy ligada a Juan Bosch.

Guzmán había sido secretario de Estado de Agricultura en los siete meses del gobierno de Bosch, ambos eran amigos de infancia y fueron muy cercanos hasta que Bosch se fue al exilio.

Esa era la solución, de acuerdo con la idea de algunos, a la situación creada por la intervención militar norteamericana. Se iba a instaurar un gobierno perredeísta, pero también estarían en ese gobierno muchas personalidades independientes, incluso con la aprobación del coronel Caamaño. Pero no cuajó.

En opinión de José Augusto Vega Imbert, las razones fueron principalmente dos:

  1. Que Antonio Guzmán rechazó las condiciones de Estados Unidos sobre como resolver el problema de las armas que se habían repartido a la gente de izquierda (a la que ellos llamaban comunistas).
  2. El ataque al Palacio Nacional del coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez, jefe militar del grupo constitucionalista, en el que murió junto a otros distinguidos ciudadanos, dominicanos y

Mientras en la zona norte de la capital se combatía ferozmente, un avión militar llevó al hacendado Antonio Guzmán de Santiago a Puerto Rico para participar en la negociación. Se hizo un acuerdo tentativo de que Estados Unidos iba a mandar una comisión encabezada por McGeorge Bundy, principal asesor de seguridad y muy influyente miembro del gobierno de Lyndon Johnson. Bundy negociaría después con Caamaño en Santo Domingo lo que sería y lo que haría el gobierno de Antonio Guzmán, que en principio se vio con muy buenos ojos, pues la figura de Antonio Guzmán significaba un triunfo del constitucionalismo.

Recuerda Vega Imbert que la Fórmula Guzmán estuvo a punto de cuajar, “se llegó inclusive a tener un eventual gabinete, como ya he dicho anteriormente”.

Entre recuerdos, relata que: “El gobierno de Caamaño surgió a principios de mayo, igual que el de lmbert. Mientras se llevaba a cabo la batalla del sector norte de la capital, donde las fuerzas de Wessin, con ayuda de los norteamericanos, recuperaron toda esa zona que estaba en control de los constitucionalistas. Entonces, se iniciaron las negociaciones en Puerto Rico, que duraron varios días. Y ese período que creó tantas esperanzas, tuvo un final violento”.

Vega Imbert considera el final como “violento” porque lo adjudica a la acción del coronel Fernández Domínguez, quien llegó al país el 14 de mayo de 1965, y era el líder que inspiró la revuelta de Abril. El iba a ser el secretario de las Fuerzas Armadas si la Fórmula Guzmán cristalizaba, pero (señala el testimonio) no se quedó tranquilo.

“Según se dice, estaba deseoso de participar en lo que él había creado en su mente, y el 19 de mayo concibió el intento de la toma del Palacio Nacional, que fue un acto simbólico”.

Para el ataque al Palacio, Fernández Domínguez se hizo acompañar de miembros del Movimiento Revolucionario 14 de Junio, entre los que se encontraban, además de otros, el abogado Juan Miguel Román, Euclides Morillo, Ramón Tavares, José Jiménez, Carlos Gómez; también estaban el entrenador de los hombres ranas, el italiano lllio Capocci, y un haitiano de nombre Jean Sateur. Todos los mencionados murieron en el intento de asaltar el Palacio Nacional.

Fernández Domínguez fue quien ideó la operación de capturar el Palacio Nacional, edificado en 1947 por la dictadura de Trujillo, y trasladar hasta allí el gobierno de Caamaño desde el Edificio Copello, en la calle El Conde, pero “parece que hubo fallos de inteligencia y que había un contingente norteamericano esperándolo”, dice. Ahí se enterró la Fórmula Guzmán.

Más tarde comenzaron las nuevas negociaciones entre el gobierno constitucionalista (representado por una comisión integrada por Caamaño, Héctor Aristy, Jottin Cury, Antonio Guzmán, Salvador Jorge Blanco y Aníbal Campagna) y Estados Unidos y la OEA (cuya comisión encabezó el embajador estadounidense Ellsworth Bunker).