La Familia Salesiana informó sobre el fallecimiento del padre Ángel Rogelio Soto Cruz el pasado 19 de diciembre en Santo Domingo.
El sacerdote salesiano y formador de generaciones nació el 27 de noviembre de 1942 en Santo Domingo, en el barrio de San Carlos y desde temprana edad manifestó inquietud vocacional, ingresando al Aspirantado Salesiano Domingo Savio de Jarabacoa a los 12 años.
Realizó su formación salesiana en República Dominicana, Cuba y Puerto Rico, ingresando al noviciado en Arroyo Naranjo, Cuba, el 15 de agosto de 1958, y emitiendo su primera profesión religiosa el 16 de agosto de 1959.
A raíz de la Revolución Cubana, continuó su proceso formativo en Aibonito, Puerto Rico, y posteriormente en Jarabacoa, donde realizó su tirocinio. Emitió su profesión perpetua el 24 de julio de 1965 en Haina.
Soto Cruz realizó sus estudios teológicos en Guatemala, y fue ordenado sacerdote el 4 de octubre de 1969 en Santo Domingo. Desde entonces, su vida estuvo dedicada de manera incondicional al servicio educativo, pastoral y formativo, a lo largo de más de seis décadas de misión salesiana.
El padre desempeñó múltiples responsabilidades dentro de la Congregación: educador, formador, director, delegado, ecónomo, vicario e inspector. Participó en el Capítulo General 21 y fue vicario inspectorial entre 1978 y 1984.
Además, ejerció el servicio de inspector en dos períodos (1984-1990 y 1996-2003) y fue director y maestro de novicios en Jarabacoa entre 2002 y 2013, formando a generaciones de salesianos de República Dominicana, Cuba, Puerto Rico y Haití.
Fue además responsable del Boletín Salesiano y del noticiero inspectorial, predicador de retiros espirituales en diversos países de América Latina, y autor de publicaciones sobre la vocación salesiana. Realizó estudios en psicopedagogía y evaluación psicológica en Turín, Italia (1973-1974), y fue miembro de distintas comisiones capitulares.
Su trayectoria fue reconocida con diversas distinciones, entre ellas el ser declarado Hijo Adoptivo de Jarabacoa en dos ocasiones (1994 y 2009) y la concesión del Doctorado Honoris Causa en Humanidades por la Universidad Agroforestal Fernando Arturo de Meriño en 2012.
Aun en edad avanzada, el padre continuó acompañando a jóvenes, salesianos y laicos con lucidez, serenidad y pasión pastoral.
Los detalles de las exequias y del sepelio serán comunicados oportunamente por los canales oficiales.
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