En la antesala del encuentro que mantendrán en Florida Donald Trump y Volodimir Zelenski, Rusia llevó a cabo este sábado un nuevo bombardeo con drones y misiles sobre Kiev, que provocó una víctima fatal y dejó a cientos de miles de personas sin suministro eléctrico ni calefacción. La alarma antiaérea permaneció activa durante varias horas tras una serie de explosiones registradas durante la madrugada. De acuerdo con fuentes ucranianas, las fuerzas rusas lanzaron cerca de 500 drones y unos 40 misiles, entre ellos proyectiles hipersónicos Kinschal.
Una mujer de 47 años murió como consecuencia del ataque, informó el gobernador de la región de Kiev, Mikola Kalashnik. Además, once personas debieron ser hospitalizadas, según la alcaldía, mientras que alrededor de 320.000 usuarios quedaron sin electricidad.
Nueva reunión mañana
El bombardeo tuvo lugar en la víspera de la reunión prevista en Florida entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y su par ucraniano, Volodimir Zelenski, quienes analizarán la iniciativa impulsada por Washington para poner fin a la guerra, que en febrero cumplirá cuatro años. Antes de ese encuentro, Zelenski hará una escala en Canadá, donde se reunirá con el primer ministro Mark Carney y mantendrá conversaciones por videoconferencia con varios líderes europeos.
Antes de viajar a Estados Unidos, Zelenski afirmó que el último ataque ruso contra Kiev evidencia que Moscú “no tiene intención de terminar la guerra”. Según el mandatario, Rusia “busca cualquier pretexto para infligir aún más sufrimiento a Ucrania y aumentar la presión sobre otros actores”.
El plan de los 20 puntos
La propuesta más reciente de Estados Unidos consiste en un plan de 20 puntos que prevé congelar el frente en las posiciones actuales y contempla la posibilidad de que Ucrania retire tropas del este del país, donde se establecerían zonas desmilitarizadas, explicó Zelenski a comienzos de esta semana.
No obstante, el presidente ucraniano reconoció que persisten diferencias con Washington respecto a la región oridental del Donbás, mayoritariamente bajo control ruso. Estados Unidos ha instado a Kiev a retirarse del 20% del territorio que aún controla en la provincia de Donetsk, una de las principales demandas territoriales de Moscú.
El plan actualizado también plantea una administración conjunta, entre Estados Unidos, Ucrania y Rusia, de la central nuclear de Zaporiyia, la mayor de Europa, ocupada por fuerzas rusas desde el inicio de la invasión. Kiev logró, sin embargo, algunas concesiones en comparación con un borrador anterior de 28 puntos, que había sido criticado por favorecer los intereses rusos.
Zelenski reiteró que cualquier cesión territorial deberá contar con la aprobación del pueblo ucraniano mediante un referéndum. Asimismo, quedó descartada la exigencia de que Ucrania renuncie explícitamente a su aspiración de ingresar en la OTAN, así como la posibilidad de que Washington reconociera de facto como rusos los territorios ocupados desde 2014, cuando Rusia se anexó Crimea. El plan incluye además acuerdos bilaterales entre Estados Unidos y Ucrania en materia de seguridad, reconstrucción y cooperación económica, junto con un importante respaldo financiero europeo.
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