El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, empieza este 25 de julio una visita de varios días a Escocia, que combinará la diplomacia con el golf, y estará marcada por un enorme dispositivo de seguridad y varias protestas.
La llegada de Donald Trump a Escocia está prevista para las 20H20 (19H20 GMT) de este viernes. Según la Casa Blanca, no tiene eventos públicos programados este fin de semana. El presidente estadounidense tiene previsto pasar su estadía entre dos campos de golf situados junto al mar, propiedad de su familia, en Turnberry y Aberdeen.
La policía escocesa anunció una operación de seguridad importante ante las protestas convocadas en Edimburgo y Aberdeen, y cerca de sus campos de golf. Trump tiene previsto alejarse en algún momento de éstos para reunirse con el primer ministro británico, Kein Starmer.
Varios temas en la agenda
El dirigente laborista, que no tiene fama de ser un apasionado por el golf, está más interesado en abordar otros temas, como la política comercial. Estados Unidos y Reino Unido anunciaron un acuerdo comercial en mayo, pero Londres está preocupado por la intención declarada de Trump de "refinarlo".
Starmer intentará reforzar la buena relación que tiene con el imprevisible mandatario republicano, con la que ha logrado evitar los exorbitantes aranceles que impuso a otros países.
La guerra en Gaza también se perfila como un tema de la agenda, en un momento en que crece la indignación por la crisis humanitaria derivada del conflicto entre Israel y Hamás, y Starmer está bajo presión después de que el presidente francés, Emmanuel Macron, anunciara el jueves que reconocerá al Estado palestino.
Protestas previstas
El ministro principal de Escocia, John Swinney, afirmó que este territorio "comparte una fuerte amistad con Estados Unidos que se remonta a siglos". Swinney anunció que se reunirá con Trump y que esta visita es una oportunidad para que Escocia "haga oír su voz sobre cuestiones importantes, como la guerra y la paz, la justicia y la democracia".
Durante una visita previa en 2023, el mandatario estadounidense había afirmado que se sentía como en casa en Escocia, donde su madre Mary Anne MacLeod creció antes de emigrar a Estados Unidos a los 18 años.
Pero esta declaración de afecto mutuo no impedirá el desarrollo de protestas este sábado en rechazo a su visita en Edimburgo y Aberdeen. Residentes, ambientalistas y funcionarios electos también han expresado su descontento por la construcción de un campo de golf por parte de los hijos de Trump en Balmedie, un pueblo al norte de Aberdeen.
Se trata tan solo de uno de los múltiples proyectos de la sociedad de cartera familiar a través del mundo, de la que Trump ya no tiene el control legal. Sin embargo, sus opositores acusan al magnate de conflictos de interés y de usar su posición de influencia como presidente de Estados Unidos para promover inversiones privadas de su familia, especialmente en el extranjero.
La ONG estadounidense Ciudadanos por la Responsabilidad y la Ética en Washington (CREW) denunció en mayo que ya había 21 proyectos internacionales de desarrollo del grupo Trump desde el inicio de su segundo mandato.
Trump tiene previsto regresar a Reino Unido en septiembre para una segunda visita de Estado -la primera fue en 2019- por invitación del rey Carlos III, que promete ser ostentosa.
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