Aunque el fútbol no figure entre sus pasiones declaradas, el presidente Donald Trump asumió con entusiasmo el protagonismo durante el sorteo del Mundial de 2026 celebrado este viernes en Washington. El evento estuvo marcado por la entrega de un nuevo y llamativo galardón: el Premio de la Paz de la FIFA, una distinción creada por iniciativa del presidente del organismo, Gianni Infantino, para homenajear a personalidades que promuevan la concordia mundial.
Trump, visiblemente satisfecho, describió el reconocimiento como uno de los grandes honores de su vida y destacó que, más allá de los premios, su gestión ha impulsado negociaciones diplomáticas que, según él, han contribuido a salvar millones de vidas y a hacer del mundo un lugar más seguro.
Una ceremonia muy cerca de la Casa Blanca
La gala tuvo lugar en el prestigioso Kennedy Center, a unos diez minutos en coche de la Casa Blanca y ante una numerosa audiencia televisiva. Allí el mandatario recibió un voluminoso trofeo dorado, mayor incluso que la Copa del Mundo, y una medalla que Infantino le animó a llevar “donde quisiera”.
El ambiente festivo se intensificó cuando el grupo Village People irrumpió en escena interpretando “Y.M.C.A.”, canción que acompañó la celebración de la victoria electoral de Trump un año atrás. Fiel a su estilo, el presidente se levantó para bailar con su característica coreografía.
Celebración con carácter geopolítico
Desde que Estados Unidos ingresó oficialmente en la competencia para organizar el Mundial de 2026 durante su primer mandato, Trump percibió el potencial diplomático y de imagen internacional que podía generar la cita deportiva. Con el turismo internacional en descenso debido al endurecimiento de los controles fronterizos, el presidente aspira a convertir tanto el Mundial como los próximos Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028 en vitrinas globales de lo que denomina la “edad de oro de América”. En ese marco, anunció la creación del “pase FIFA”, un mecanismo destinado a facilitar la entrada al país de quienes posean boletos para los partidos, aunque el secretario de Estado, Marco Rubio, aclaró que dicho pase no sustituirá el visado tradicional.
El sorteo también sirvió como espacio diplomático para la primera reunión entre Trump y la presidenta de México, Claudia Sheinbaum. Aunque persisten tensiones en asuntos comerciales y de seguridad, ambos líderes destacaron la excelente coordinación trilateral —junto a Canadá— para la organización del Mundial. Según Trump, la relación con sus socios norteamericanos atraviesa un momento extraordinario, mientras Sheinbaum subrayó en X la oportunidad histórica que el torneo representa para los tres países y la relevancia de mantener una cooperación fluida.
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