Irán, que participó el sábado en Roma en una segunda ronda de conversaciones con Estados Unidos sobre su programa nuclear, goza de una posición de fuerza de cara a las negociaciones, considera este 20 de abril la prensa iraní.
Ambos países, enemigos desde la Revolución Islámica de 1979, informaron el sábado de avances en las conversaciones, que acordaron continuar en Omán, país que interviene como mediador.
Expertos iraníes y estadounidenses se reunirán el miércoles en Omán, antes de la nueva tanda de diálogo el sábado entre el canciller iraní, Abbas Araghchi, y el emisario estadounidense para Oriente Medio, Steve Witkoff.
Leer también’Atmósfera constructiva': Irán y EEUU concluyen la segunda ronda de negociaciones sobre el tema nuclear
En Irán, las conversaciones hicieron despertar la esperanza de que mejore la situación si el país consigue que se levanten las sanciones contra su economía. El sábado, la Bolsa tuvo una capitalización "histórica", según la agencia de prensa oficial Irna, y la cotización del rial también mejoró.
"Estados Unidos nos necesita"
Según el diario reformista Ham Mihan, la cuestión de iniciar "negociaciones directas" se planteará pues "no es ni útil ni posible ni lógico" continuar dialogando a través de Omán "durante la fase de peritaje".
El diario conservador Kayhan, hostil a cualquier compromiso con Estados Unidos, adoptó un tono más conciliador en los últimos días: "Estados Unidos […] nos necesita a nosotros y la credibilidad que le otorgan las negociaciones con Irán", apuntó el rotativo, que tildó al presidente estadounidense Donald Trump de "psicópata indigno de confianza" por su "imprevisibilidad".
El diario reformista Shargh, en cambio, apuntó que las conversaciones permiten "descubrir progresivamente lo que quiere la otra" parte.
Irán insiste en que las conversaciones se deben limitar a la cuestión nuclear y al levantamiento de las sanciones y considera que cualquier discusión sobre un desmantelamiento total de su programa nuclear, sobre sus misiles o sobre su apoyo a grupos hostiles a Israel (como el palestino Hamás, el libanés Hezbolá o los hutíes de Yemen) constituiría una "línea roja".
Para Donald Trump, la línea roja es que Irán se dote de la bomba atómica, algo que, afirma, busca la República Islámica. Irán lo niega y asegura que su programa nuclear tiene fines civiles.
Compartir esta nota