El papa Francisco, aún convaleciente, apareció este 20 de abril en el balcón de la Basílica de San Pedro de Roma y deseó una "Feliz Pascua" a los miles de fieles congregados con motivo de una de las fiestas más importantes del calendario cristiano.
Apenas un mes después de su salida del hospital, el papa Francisco, de 88 años, cuya presencia era incierta, apareció en silla de ruedas, sin cánulas nasales de oxígeno, poco después de las 12:00 (10:00 GMT) para dar su tradicional bendición "Urbi et Orbi" (a la ciudad y al mundo).
Todavía débil y con dificultades para hablar pese a la mejora de su capacidad respiratoria, Francisco delegó en un ayudante la lectura de su texto, en el que repasa los conflictos del mundo.
"Encuentro privado" con JD Vance
Momentos antes, el papa recibió al vicepresidente estadounidense JD Vance para un "encuentro privado" de "algunos minutos" en la residencia de Santa Marta, donde vive en el Vaticano, dos meses después de que el jefe de la Iglesia católica criticara duramente la política migratoria de la administración de Donald Trump.
Por primera vez desde su elección en 2013, el líder de los 1.400 millones de católicos se perdió la mayor parte de los actos de Semana Santa, incluido el Vía Crucis en el Coliseo del viernes y la Vigilia Pascual del sábado por la noche, cuya presidencia delegó en cardenales.
Pero el sábado por la tarde hizo una breve aparición pública en la Basílica de San Pedro para rezar ante un icono de la Virgen antes de saludar a los fieles y repartir caramelos a los niños.
La misa de Pascua, que conmemora la resurrección de Cristo, comenzó a las 08.30 GMT en la Plaza de San Pedro, decorada con miles de flores holandesas, en presencia de unos 300 sacerdotes, obispos y cardenales, presididos por el cardenal italiano Angelo Comastri.
Los organizadores esperaban una asistencia aún mayor de lo habitual debido al Jubileo 2025, el "Año Santo" de la Iglesia católica, que se celebra cada cuarto de siglo y atrae a millones de peregrinos a la Ciudad Eterna.
"La vivo lo mejor que puedo"
En su único compromiso público de esta Semana Santa, Jorge Bergoglio -que se supone que observa un estricto periodo de descanso de dos meses, sin actividades públicas- visitó el jueves una cárcel del centro de Roma, donde se reunió con unos 70 reclusos, como suele hacer cada año. Preguntado por los periodistas sobre cómo estaba viviendo la Pascua de este año, Francisco respondió con voz entrecortada: "La vivo lo mejor que puedo".
Ya debilitado por repetidos problemas de salud y operaciones quirúrgicas, Francisco estuvo dos veces al borde de la muerte durante su estancia de 38 días en el Hospital Gemelli, del que fue dado de alta el 23 de marzo. En sus últimas apariciones públicas, ya no llevaba cánulas nasales de oxígeno, señal de los progresos ligados a la rehabilitación a la que se está sometiendo en el Vaticano.
En un hecho poco frecuente, los cristianos de todo el mundo celebran este año la Pascua el mismo día, al coincidir el calendario gregoriano, seguido por católicos y protestantes, y el calendario juliano.
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