Por Anissa El Jabri, corresponsal de RFI en Moscú
Desde el inicio de la reanudación del diálogo directo con Estados Unidos, el Kremlin persigue este objetivo: desvincular la guerra en Ucrania de la normalización de sus relaciones con Washington. Se trata de un objetivo importante para el poder, con numerosos temas. Al presidente ruso le gustaría, por ejemplo, obtener respuestas sobre los temas de diálogo estratégico. Moscú insiste regularmente, por ejemplo, en el tratado Start II, que expira a finales del próximo mes de febrero, y se vería bien negociando este tema cara a cara con Estados Unidos, como en la época de la Guerra Fría. Pero lo cierto es que es en el ámbito económico donde la Casa Blanca tiene más respuesta.
Preguntado este jueves 11 de diciembre por el periódico ruso Kommersant sobre el plan revelado por el Wall Street Journal en los últimos días, y en particular sobre los proyectos de inversión estadounidense en los sectores de los metales raros y el petróleo en el Ártico, el portavoz del Kremlin confirmó oficialmente el interés ruso con estas palabras: “Rusia ha estado y sigue estando abierta a las inversiones extranjeras. Rusia es un mercado atractivo y muy rentable para los inversionistas extranjeros. Sabemos que algunos inversionistas se han ido. Su lugar ha sido ocupado inmediatamente por otros. Es la ley de la economía. Estamos interesados en una afluencia de inversiones extranjeras”.
Como siempre, el poder utiliza la zanahoria y el palo: al recordar que, en algunos sectores, el lugar que dejaron los inversionistas occidentales ha sido ocupado por otros actores, evita el escollo de ponerse en una situación de solicitante y busca establecer una relación de poder.
Proyectos de cooperación económica avanzados
En cualquier caso, The Wall Street Journal afirma que los proyectos de cooperación económica están muy avanzados: cita nombres de oligarcas y da detalles precisos, como el de un yacimiento de gas en Sajalín u otro en el mar de Ojotsk, en el extremo oriental de Rusia, por ejemplo. Pero en Rusia, silencio total. “En lo que respecta a los planes, no discutimos los proyectos por megáfono”, recordó también este jueves el portavoz del Kremlin.
No obstante, el pasado 24 de febrero, la cúpula del poder dio el impulso oficial a la cooperación económica ruso-estadounidense. Ese día, Vladimir Putin presidió una reunión dedicada a la explotación de las tierras raras. Al término de la misma, el jefe de Estado ruso declaró estar dispuesto a proponer proyectos comunes en este ámbito a sus socios estadounidenses. A continuación, el jefe de Estado ruso también mencionó los yacimientos de “las nuevas regiones”, la fórmula utilizada para referirse a los territorios anexionados en septiembre de 2022. El otro sector destacado en Rusia es, por supuesto, el petróleo del Ártico ruso.
En cualquier caso, hay un actor muy activo y bastante vocal en los medios de comunicación rusos: el presidente de la Cámara de Comercio Estadounidense en Rusia. El lunes 8 de diciembre, declaró en el diario legitimista Les Izviestia: “El levantamiento de la prohibición de invertir es nuestra prioridad absoluta”.
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