El centroderechista Rodrigo Paz asumió el sábado como presidente de Bolivia con la promesa de que "nunca más" el país estaría "aislado" del mundo, y anunció el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos en un giro político, tras 20 años de gobiernos de izquierda.
Rodrigo Paz, de 58 años e hijo del expresidente Jaime Paz Zamora (1989-1993), trazó las líneas de su nuevo gobierno en un discurso en el que se mostró abierto a los capitales internacionales y a las relaciones con naciones occidentales.
"Nunca más una Bolivia aislada, sometida a ideologías fracasadas, ni mucho menos una Bolivia de espalda al mundo", dijo el mandatario al saludar la presencia de más de 70 delegaciones internacionales que acudieron a La Paz para la ceremonia de investidura del sábado 8 de noviembre.
Entre los principales líderes presentes se encontraban el subsecretario de Estado de Estados Unidos, Christopher Landau, y los presidentes Gabriel Boric (Chile), Javier Milei (Argentina) y Yamandú Orsi (Uruguay).
La elección de Paz marca un cambio político en el país andino: pone fin a dos décadas de dominio del Movimiento al Socialismo (MAS), liderado durante 26 años por Evo Morales, en el poder de 2006 a 2019, y luego por su sucesor, el presidente saliente Luis Arce.
Giro diplomático
En uno de sus primeros actos oficiales, Paz anunció la reanudación del vínculo diplomático de alto nivel con Estados Unidos, interrumpido en 2008. La ruptura se produjo luego de que Morales expulsara al exenviado estadounidense acusándolo de apoyar un complot de la derecha. Washington, en represalia, hizo lo mismo.
"Vamos a establecer esas relaciones", afirmó el nuevo mandatario boliviano en una declaración junto al representante del gobierno de Donald Trump, quien precisó que será "a nivel de embajadores, como siempre debería de ser".
"Ha sido muy insólito que no hayamos tenido embajadores en nuestras capitales", señaló Landau.
Paz, un economista y exsenador, gobernará un país que, bajo Morales, llevó muy lejos el péndulo hacia la izquierda, con la nacionalización de los recursos energéticos y alianzas con la Venezuela de Hugo Chávez, así como con Cuba, China, Rusia e incluso Irán.
El flamante gobernante también sostuvo encuentros con Milei y Boric.
En "lo que creas que podemos ayudarte, a la orden", le ofreció el presidente argentino. El mandatario chileno, por su parte, expresó en X su deseo de seguir "fortaleciendo" las relaciones, aunque tampoco mantienen embajadores en sus respectivos países desde 1978 por conflictos territoriales.
"Un cambio total"
Paz fue ovacionado a su entrada al palacio legislativo de La Paz, donde asistieron legisladores e invitados extranjeros, mientras en las afueras llovía a cántaros.
El triunfador del balotaje del 19 de octubre recibe un país con una aguda crisis económica por escasez de dólares y combustibles.
El gobierno de Luis Arce agotó casi todas sus reservas de divisas para sostener una política de subsidios universales a la gasolina y el diésel.
La inflación interanual a octubre fue de 19%, después de alcanzar un pico de 25% en julio.
Yeni Murgía, una comerciante de 55 años, confía en que el gobierno de Paz frene el aumento del costo de vida y asegure el suministro de combustibles.
"Esperamos un cambio total. Estoy muy feliz", dijo a la AFP junto a miles de seguidores del nuevo presidente que salieron a festejar por el centro de la ciudad altiplánica con banderas y música.
Futuro verde
Paz prometió reducir los subsidios a los combustibles y a los impuestos, eliminar las trabas burocráticas y un "capitalismo para todos" para formalizar la economía.
Dijo que "el país tiene que volver a producir, vamos a abrir la economía, atraer inversiones" y planteó "modernizar el sistema energético y digital".
También señaló que "el desarrollo económico irá de la mano del respeto del medio ambiente", para "un futuro verde".
Bolivia vivió por 20 años del boom económico de sus exportaciones de gas, hoy en caída por falta de exploración en el sector.
Luis Arce, que finalizó su mandato con baja popularidad, no asistió al acto de juramentación. También fue expulsado en los últimos días del MAS, acusado de desviar fondos del partido.
(Con la AFP)
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