Vladimir Putin visitó el miércoles 12 de marzo la región de Kursk, en la frontera con Ucrania, por primera vez desde que las fuerzas ucranianas incursionaron en el sector, tomando el control de ciertas zonas. Vestido con uniforme militar, el presidente ruso ordenó a sus tropas que liberaran la región del ejército ucraniano. Moscú anunció además haber retomado el poder en varias localidades. La región está en la mira tras la propuesta de tregua estadounidense.
Vladimir Putin enturbia las aguas. Este miércoles, justo cuando el negociador estadounidense Steve Witkoff despegaba hacia Moscú para discutir la oferta de tregua de Washington, el mandatario ruso realizó una visita a Kursk.
Vestido con uniforme, un atuendo inhabitual, el presidente, quien es también Comandante en Jefe del ejército ruso, acudió a esta región fronteriza con Ucrania para ordenar a sus tropas que siguieran luchando hasta expulsar a todos los soldados ucranianos.
En su primera visita a la región rusa de Kursk desde que los ucranianos lanzaron una ofensiva sorpresiva el pasado mes de agosto, Putin dijo añorar que la región fuera “completamente liberada” en un “futuro cercano”.
En las imágenes emitidas por la televisión pública rusa, el líder del Kremlin visitó un centro de control utilizado por las tropas rusas en Kursk y se reunió con el jefe del Estado Mayor del ejército, Valeri Guerásimov. Pero no se trataba de una transmisión en directo, por lo que es imposible saber con exactitud cuándo Vladimir Putin visitó realmente el sector.
Las tropas rusas ganan terreno
Desde la incursión ucraniana, las fuerzas de Kiev se han apoderado de una zona de varios centenares de kilómetros cuadrados, que el ejército ruso intenta ahora desalojar.
Guerásimov aseguró a Putin que sus tropas habían retomado “más de 1.100 km²” de territorio al ejército ucraniano desde agosto, “es decir, más del 86% de la superficie anteriormente ocupada” por Ucrania.
“Sólo en los últimos cinco días han sido liberadas 24 ciudades y 259 km² de territorio en la región de Kursk”, añadió.
Ante la propuesta de tregua de Washington, respaldada por Kiev y que ahora Moscú debe valorar, “se espera que se intensifiquen los combates” en la zona, según analiza para RFI Peer de Jong, antiguo coronel de las tropas navales y autor de Actuar entre líneas.
“Cuando se está discutiendo sobre un cese el fuego suele haber una aceleración de los combates porque ambos bandos necesitan mantener, asegurar sus ganancias y sus avances territoriales”, explica de Jong.
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Apunta que de cierto modo el retiro estadounidense a Kiev de su sistema de inteligencia tuvo consecuencias en el terreno bélico, favoreciendo a los rusos en los últimos días. “Durante una semana, los ucranianos no obtuvieron información sobre la ubicación de los vehículos blindados en Kursk. Además, los servicios de inteligencia de Washington permiten detectar el despegue de bombarderos en Rusia”, detalla el experto militar.
La clave Kursk
El presidente ruso ha asegurado que los soldados ucranianos capturados en la región han de "ser tratados como terroristas”. Ha proclamado que la prioridad ahora es echar al enemigo de Kursk y crear una zona de seguridad a lo largo de la frontera estatal, según informa nuestro corresponsal regional Xavier Colás.
El ejército ucraniano atravesó la frontera rusa el 6 de agosto de 2024, ocupando una porción de terreno hacia el interior de Rusia. Era un intento de distraer a las fuerzas de Moscú de las líneas del frente en el este de Ucrania y obtener una posible moneda de cambio para las futuras negociaciones. La aventura parece que toca a su fin.
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