“No queremos ser un alcalde asesinado más en la estadística", advirtió en redes sociales Carlos Manzo hace solo un mes. Este sábado, el alcalde de Uruapan, epicentro de la producción de aguacate en México, fue asesinado durante un evento público. Su asesinato, el más reciente en una ola de violencia que azota la zona, también cobró la vida del líder de los productores de limón, Bernardo Bravo, encendió las protestas en Michoacán y puso en evidencia la crisis de seguridad que enfrenta este estado mexicano.
Carlos Manzo, alcalde de Uruapan desde septiembre de 2024, patrullaba las calles de este municipio michoacano, epicentro de la producción de aguacate en México, de aproximadamente 350 mil habitantes, con chaleco antibalas y desde finales del año pasado contaba con protección oficial.
Denunciaba constantemente la violencia generada por el narcotráfico en la región. Incluso anunció recompensas para policías municipales que abatieran a sicarios.
En septiembre, Manzo había pedido apoyo del gobierno federal en el municipio. "Estamos expuestos todos, inclusive mi propia vida como presidente municipal", dijo en sus redes sociales. "No queremos ser un alcalde asesinado más que se encuentre en la estadística", declaró.
Ni las denuncias, ni las medias de seguridad con las que contaba, fueron suficientes para protegerlo en una zona gangrenada por la violencia de grupos criminales desde hace varios años. El pasado sábado, Manzo fue asesinado a balazos durante un evento por el Día de Muertos en Uruapan. Dos personas implicadas en los hechos fueron detenidas y uno de los agresores falleció. “Se logró la incautación de un arma corta de calibre 9 milímetros, así como siete casquillos percutidos”, escribió en redes sociales el fiscal general Carlos Torres Piña.
Por su parte la presidente de México Claudia Sheinbaum condenó el asesinato en su cuenta de X: "Desde el inicio de esta administración hemos reforzado la estrategia de seguridad. Estos hechos tan lamentables nos impulsan a fortalecerla aún más".
Despedida entre música de mariachi y protestas
Cientos de personas se reunieron en Uruapan este domingo para despedir al alcalde en un funeral público. Música de mariachi y aplausos acompañaron el rito, que pronto dieron paso a una manifestación contra la violencia que arrebató la vida de Manzo.
para darle paso a una manifestación en contra de la violencia que silenció al alcalde Manzo y tiene intranquilos a los habitantes.
"¡Justicia!" y "¡Uruapan se levantó!" guitaron, mientras que se leía en las pancartas que llevaban: "México está de luto". Al mismo tiempo en la capital del estado de Michoacán, Morelia, a unos 110 kilómetros de Uruapan, decenas de personas también protestaron y acusaron de inacción al gobernador del estado, Alfredo Ramírez Bedolla. "¡Carlos no murió! ¡Bedolla lo mató!", gritaron varios de ellos.
Algunos ingresaron al palacio de gobierno del estado en esa misma ciudad, donde causaron destrozos.
Presencia del narcotráfico en el estado de Michoacán
Michoacán es escenario de la disputa entre grupos criminales como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y La Nueva Familia Michoacana, ambos designados en febrero de este año como “organizaciones terroristas extranjeras” por el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Hace una semana había sido asesinado también a balazos el líder de los productores de limón de Michoacán, Bernardo Bravo. Bravo había denunciado en reiteradas ocasiones extorsiones a su gremio. Días antes de su asesinato había pedido seguridad para que jornaleros y productores trabajaran con tranquilidad.
(Con información de agencias)
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