El alcalde comunista de Noisy-le-Sec (suburbios de París) prometió el jueves volver a programar la película “Barbie” en su ciudad suburbana de París para no permitir que un grupo de hombres se erigieran en “censores morales”, tras la cancelación de una proyección bajo la presión de los vecinos, seguida de una acalorada polémica. El ministro del Interior denunció una islamización del espacio público.
El alcalde comunista Olivier Sarrabeyrouse canceló la proyección del largometraje de Greta Gerwing la noche del 8 de agosto para “proteger” a los funcionarios del ayuntamiento que fueron agredidos verbalmente esa noche por una decena de jóvenes con “amenazas insistentes”, según explicó en una rueda de prensa el jueves.
El grupo reprochaba a esta sátira feminista que “propagara la homosexualidad” y “atentara contra la integridad de la mujer”, según el alcalde.
El edil presentó una denuncia. Se ha abierto una investigación por amenazas, violencia o actos de intimidación contra un funcionario público, según informó a la AFP la fiscalía de Bobigny.
La película, protagonizada por Margot Robbie y Ryan Gosling, muestra a Barbie, la famosa muñeca, descubriendo la misoginia en el mundo real. Prohibida en Argelia, Kuwait y Líbano, ha sido declarada “apta para todos los público” en Francia.
Según declaraciones recogidas el jueves por BFMTV, el ministro del Interior, Bruno Retailleau, denunció “las presiones de una minoría violenta que quiere ‘halalizar’ (volverlo apto al islam) el espacio público”, y consideró “inaceptable cualquier retroceso ante estas reivindicaciones comunitarias”.
En el Gobierno, la ministra de Cultura, Rachida Dati, había mencionado anteriormente en X “otro grave ataque a la programación que priva a las familias y a los niños de una actividad cultural”.
En la radio franceinfo, el diputado del partido de Marine Le Pen, Agrupación Nacional, Yoann Gillet criticó la decisión de cancelación “como un grave error” que equivale a “someterse a una ideología islamista”.
Ante la prensa, el alcalde de Noisy-le-Sec recordó que él mismo había calificado la actitud de los jóvenes de “oscurantismo y fundamentalismo”.
Pero el alcalde, visiblemente afectado, quiso sobre todo criticar “la instrumentalización política, la especulación y el odio racista islamófobo que se ha desatado en las últimas 24 horas” sobre su ciudad, especialmente a través de las redes sociales.
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