En Japón, este viernes 15 de agosto se cierra una página de la historia. Hace exactamente 80 años, el emperador Hirohito anunciaba la capitulación del archipiélago. En Asia, la Segunda Guerra Mundial terminó así, un acontecimiento que se conmemora cada 15 de agosto, y no el 8 de mayo como en Occidente.
Con nuestro corresponsal en Tokio, Bruno Duval
Para Yoshiko, el recuerdo es doloroso. Su padre murió en abril de 1945, durante los bombardeos estadounidenses sobre Tokio, Japón, que se cobraron la vida de 2.500 habitantes de la capital.
“Cada vez que se conmemoran esos bombardeos y el fin de la guerra, o cuando voy al lugar donde perdió la vida, me siento completamente devastada, moralmente destrozada. Aunque hayan pasado ochenta años, sigo inconsolable: echo muchísimo de menos a mi papá”, dice.
Movimiento pacifista
No a la guerra, nunca más: ese es el sentimiento predominante en Japón ocho décadas después. “Este horror no debe repetirse bajo ningún concepto. El único camino hacia el futuro para el mundo es el pacifismo”, afirma una tokiota. “Las guerras se han multiplicado en los últimos 80 años. El hombre no aprende nada del pasado”, se lamenta otra.
Para algunos, el recuerdo es el del duelo nacional. “Entre los innumerables soldados japoneses muertos había muchos jóvenes. Una generación arrasada. Es terrible”, señala un habitante de la capital. “A medida que las personas que vivieron la guerra envejecen y desaparecen, nosotros, los jóvenes, debemos tomar el relevo: transmitir a las generaciones futuras el calvario que sufrieron y luchar por la paz”, subraya otro.
Durante la Segunda Guerra Mundial, más de tres millones de japoneses perdieron la vida, entre ellos 800.000 civiles y 2,3 millones de militares.
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