Por haber intentado cerrar inconstitucionalmente el Congreso en diciembre de 2022, lo que precipitó la caída de su gobierno, el expresidente peruano Pedro Castillo fue condenado a 11 años, cinco meses y 15 días por conspiración para rebelión. También fueron condenados por el mismo cargo tres ministros de Castillo.
La Fiscalía lo había acusado por rebelión, abuso de autoridad y grave perturbación de la tranquilidad pública, y pedido 34 años. Fe absuelto de los dos últimos cargos y la rebelión fue cambiada por el tribunal por conspiración al no haberse consumado.
“Farsa”
Pedro Castillo, preso desde que fue destituido de la Presidencia, ha denunciado que el juicio fue “una farsa”, parcializado para condenarlo.
El expresidente, un maestro rural que ganó sorpresivamente las elecciones de 2021 con el respaldo de la izquierda, intentó cerrar el Congreso, controlado por la oposición de derecha que buscaba sacarlo de la Presidencia desde el primer día de su gobierno, horas antes de que los legisladores votaran un pedido para destituirlo. Su anuncio de cerrar el Congreso le aseguró a la derecha consumar esa destitución.
La condena a Castillo ha sido celebrada por la derecha. Desde la izquierda, se señala que cometió una infracción constitucional y no un delito, y se califica esta sentencia como una decisión política.
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