Unas horas antes de la entrega del premio Nobel de la Paz a María Corina Machado, el instituto anunció que la venezolana no estaría presente en la ceremonia y que su hija, Ana Corina, recibiría el galardón en su lugar. La entidad precisó sin embargo que llegaría a Oslo tras efectuar "un viaje en una situación de extremo peligro".
Su última aparición pública se remontaba al 9 de enero en Caracas, durante una manifestación contra la toma de posesión del presidente de izquierda Nicolás Maduro para su tercer mandato.
La ganadora del Nobel apareció finalmente el jueves por primera vez en público en el balcón del Grand Hotel de Oslo, poco después de las 02H00 (01H00 GMT). Fue aclamada durante varios minutos por decenas de seguidores eufóricos.
Peluca y disfraz
Según el Wall Street Journal (WSJ), llevaba una peluca y un disfraz cuando inició su viaje de salida el lunes por la tarde. Primero tuvo que viajar desde las afueras de Caracas, donde llevaba un año escondida, hasta un pueblo pesquero.
Dos personas la ayudaron a escapar y el pequeño grupo atravesó diez puestos de control militares, evitando en cada ocasión ser capturados, antes de que llegara a la costa venezolana hacia la medianoche, según el periódico.
El martes realizó una peligrosa travesía por el mar Caribe hasta la isla de Curazao. Según el Wall Street Journal, se avisó al ejército estadounidense de esta travesía para evitar que la embarcación fuera blanco de ataques.
Machado llegó a Curazao alrededor de las 15H00 del martes. Fue recibida por un empresario privado especializado en este tipo de operaciones, que la atendió a petición de la administración Trump, según el diario estadounidense.
Tras unas horas de descanso, embarcó en un vuelo privado a Oslo el miércoles por la mañana. Llegó sin equipaje, con lo puesto. "Ni siquiera tuve tiempo de darme una ducha", dijo a la BBC.
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