La Cumbre de la OTAN que comienza este martes en La Haya gira en torno a una exigencia de Donald Trump a los europeos: aumentar su gasto militar al 5 % del PIB. Esa es una cifra 'muy alta, difícil de hacer aceptar por las opiniones públicas', dice Johan Gröne, investigador del Centro de Estudios Militares de la Universidad de Copenhague, y por eso estima que es sobre todo 'simbólica'.
Con un formato breve y centrado en el gasto militar, la OTAN ha desplegado un gran esfuerzo organizativo para que la cumbre de dos días que se abre este martes en La Haya sea un éxito y evitar cualquier contrariedad al presidente estadounidense.
El objetivo del encuentro es oficializar un aumento del gasto en defensa al 5 % del PIB de cada país de aquí a una década, y al mismo tiempo presentar un mensaje de unidad. Pero el gran desafío es lograr que las opiniones públicas acepten un presupuesto de guerra cuando muchas no se sienten directamente concernidas por la invasión rusa de Ucrania.
"El tema —y España es un gran ejemplo de ello— es que los líderes de la OTAN digan en la cumbre que tienen ese objetivo del 5 %. Pero vender eso a sus ciudadanos, después de que regresen a casa, será muy difícil", explica a RFI Johan Gröne. Para este especialista danés en temas de defensa, esa cifra implica "una inversión enorme".
"Aunque ese 5 % esté acordado, no creo que los países europeos empiecen a gastar ese porcentaje en todo el territorio, porque es una cifra muy alta. Especialmente para países como España, aunque Italia también podría estar en ese caso. En el caso de mi país, Dinamarca, llegar al 5 % en defensa es un punto donde los miembros del gobierno empezarán a preguntarse si no se está destinando demasiado dinero a defensa y cómo afectará eso a otros programas de un Estado benefactor como el danés, que ya está tocando sus límites. Da igual dónde mires en Europa. Creo que nos encontraremos con los mismos problemas. Los líderes querrán gastar más del 2 o el 2,5 %, pero llegar al 5 % será muy difícil de vender a nivel nacional", señala.
La cumbre en La Haya, que durará dos días, espera concluir con una breve declaración este miércoles, compuesta posiblemente por apenas cinco párrafos centrados en los temas principales. Nada que ver con el extenso texto final de la cumbre de 2024 en Washington, que incluía 38 puntos más un anexo dedicado a Ucrania.
El núcleo será la adopción del objetivo de gasto del 5 % del PIB nacional. Una cifra que Trump podrá presentar como un logro de su política exterior, tras quejarse de que Estados Unidos —que aportó en 2024 el 62 % del gasto militar de la Alianza— emplea demasiado dinero en defender a sus socios europeos.
Una cifra simbólica
"El meollo del asunto con esa cifra del 5 % radica en que es algo más simbólico. Muchas economías europeas se verían potencialmente afectadas si trataran de alcanzarla. Sería muy impopular políticamente. Sospecho que muchos declararán ese objetivo, pero será, insisto, algo simbólico: una pleitesía a la presidencia de Trump", sostiene Gröne, quien destaca dos dificultades mayores.
"Si quieres gastar un 5 % de tu PIB, si hablamos de aumentar tu ejército, hay dos cuellos de botella que deberán afrontar casi todos los países europeos: uno es la limitación de las líneas de producción en Europa. Si los europeos no quieren esperar, tendrán que comprar a Estados Unidos. Y creo que son un poco escépticos al respecto debido a la visión agresiva que tiene Trump de la relación entre su país y Europa. El otro cuello de botella será aumentar el reclutamiento, lo que será muy impopular en países que no están cerca del frente. Como ya ocurrió cuando el acuerdo era del 2 %, habrá algunos países que se acerquen y otros que se queden a medias", concluye.
Ucrania pasaría por completo a manos europeas
Sobre las intenciones de Trump, Gröne avanza dos posibles explicaciones: "Trump, como suele ocurrir, está buscando dos cosas: una manera de sorprender a la gente y una manera de demostrar que él está al mando. No creo que diga que abandonará la OTAN. Eso me sorprendería mucho. Pero podría dejar el asunto de Ucrania totalmente en manos de los europeos, diciendo que está comprometido en Oriente Medio o que tendrá que estarlo para las negociaciones de paz, y por eso no podrá prestar atención a Ucrania. Eso es algo que los estadounidenses ya están haciendo lentamente en la práctica. Será más una forma de crear titulares en los medios, sin grandes efectos reales. Además, creo que se comportará con rudeza y tratará de mostrar a los líderes europeos que no los tiene en alta estima. Pero más allá de eso, es muy difícil predecir qué hará Trump", concluye.
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