Desde las montañas del Himalaya hasta las llanuras del norte del país, las lluvias torrenciales no han dado tregua. Se calcula que al menos 600 personas han fallecido y otras 400.000 se han visto obligadas a deplazarse. Por otra parte, el balance material, con la destrucción de pueblos enteros y extensas cultivos agrícolas, se presenta catastrófico.
En agosto, las precipitaciones en la región de Delhi fueron un 72% superiores a lo normal, según informa nuestro corresponsal en Bangalore, Côme Bastin. Su río, el Yamuna, se ha desbordado en los últimos días, alcanzando un nivel sin precedentes desde la década de 1960. Las principales arterias están cubiertas por más de un metro de agua, lo que ha paralizado la actividad económica de la capital.
El estado de Punyab, conocido como el granero de la India, sufre las peores inundaciones desde hace décadas. Esta catástrofe es "una de las peores" registradas en Punyab "en las últimas décadas", según comentó el jefe del ejecutivo local, Bhagwant Mann, en una carta dirigida al primer ministro Narendra Modi.
Más de 1.500 km² de campos de arroz y algodón recién plantados han quedado sumergidos. En barco o mediante drones, los equipos de rescate transportan alimentos y medicamentos a los cientos de miles de campesinos atrapados. "Lo más importante para nosotros es salvar las vidas de los habitantes y los animales que siguen aislados por las aguas", comentó Bhagwant Mann en X.
Las lluvias podrían prolongarse hasta mediados de septiembre
En los estados del Himalaya, los primeros en verse afectados, el agua está retrocediendo, pero los daños son inmensos. Carreteras, puentes y pueblos han sido arrasados por los deslizamientos de tierra. También es allí donde el balance humano es más grave. La búsqueda de desaparecidos continúa en los valles aislados.
La urbanización de los suelos en las grandes ciudades y la proliferación de infraestructuras en las montañas han amplificado los daños. La agencia meteorológica india advierte de que las intensas lluvias podrían prolongarse hasta mediados de septiembre.
Las inundaciones son frecuentes en el norte de la India durante la temporada del monzón, que se extiende de junio a septiembre. Los científicos aseguran que el cambio climático, combinado con un desarrollo mal planificado de las infraestructuras, ha aumentado su frecuencia, gravedad e impacto.
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