La ex fiscal general del ejército israelí fue detenida en el marco de una investigación sobre la filtración de un video que sugiere graves abusos cometidos en 2024 contra un preso palestino en una prisión de alta seguridad cerca de Gaza.
Con Daniel Blumenthal, corresponsal de RFI en Tel Aviv
Es un escándalo de proporciones históricas y cuenta con todos los elementos de un melodrama psicológico de espionaje y política.
Comenzó en julio del año pasado, cuando varios soldados reservistas fueron detenidos y acusados de haber abusado de palestino detenido por motivos de seguridad, causándole lesiones graves.
Cuando llegó la policía militar para detenerlos, factores políticos de la extrema derecha trataron de impedirlo por la fuerza. Días después, se filtró a la prensa un video que muestra los abusos al preso palestino.
El viernes pasado, confesó la Fiscal Militar, Yifat Tomer Yerushalmi, con rango de General, su responsabilidad por la entrega a la prensa, declarando que “la filtración de material a los medios de comunicación tuvo como objetivo contrarrestar la propaganda falsa contra los agentes del orden del ejército”.
Ayer, después de desaparecer durante horas y no presentarse a su interrogatorio en la policía, Tomer Yerushalmi hizo un intento de suicidio. Dejó una carta despidiéndose de su familia, abandonó su automóvil con el motor en marcha en una playa al norte de Tel Aviv y presumiblemente arrojó su teléfono móvil al mar. Pero al término de muchas horas y un gran operativo de búsqueda, fue hallada con vida.
En un mensaje publicado en Telegram, el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, anunció el lunes que “se ha acordado que, a la luz de los acontecimientos de la noche anterior, el Servicio Penitenciario actuará con mayor vigilancia para garantizar la seguridad de la reclusa en el centro de detención donde se encuentra bajo custodia”.
Ahora, la ex fiscal deberá enfrentar cargos por obstrucción de la justicia y presentación de un documento falso ante el Tribunal Supremo. En un país políticamente dividido, el caso es usado por la extrema derecha para ampliar más la grieta social, en búsqueda de logros electorales.
Este caso, que salpicó al ejército en pleno conflicto en la Franja de Gaza, comenzó en agosto de 2024 con la difusión por parte del canal israelí Channel 12 de imágenes filmadas por una cámara de vigilancia, que posteriormente fueron reproducidas por numerosos medios de comunicación. Sin mostrarlas claramente, el video sugería graves actos de violencia por parte de soldados israelíes contra un detenido palestino.
En febrero de 2025, el ejército anunció la imputación de cinco soldados por malos tratos a un detenido palestino en julio de 2024 en el centro de detención de Sdé Teiman, cerca de la Franja de Gaza, donde están encarcelados palestinos detenidos desde el inicio de la guerra desencadenada por el ataque de Hamás en territorio israelí el 7 de octubre de 2023.
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