Con nuestra corresponsal en Hong Kong, Florence de Changy
Según la prensa local, Miles Kwan, un estudiante de 24 años, fue detenido por “sedición” tras lanzar una petición en la que solicitaba una investigación independiente sobre las circunstancias del incendio. Miles Kwan se mostró convencido de que el incendio “no fue un accidente”, sino una catástrofe de origen humano.
El fuego se declaró el miércoles 26 de noviembre por la tarde en un complejo residencial del norte de la ciudad, devorando ocho edificios cubiertos de andamios de bambú. Según Eric Chan, un responsable del Gobierno de Hong Kong, parte de las redes de protección utilizadas en las obras de renovación “no cumplían las normas de resistencia al fuego”.
El estudiante había repartido folletos el viernes cerca de la estación de Tai Po. En un video publicado por Hong Kong Free Press, explicaba: “Por supuesto, creemos que nuestras demandas deberían estar permitidas por la ley. Pero si el Gobierno considera que nuestras cuatro demandas muy básicas sobrepasan los límites e incitan al odio, sería realmente una reacción exagerada”. “Cuatro demandas”, entre ellas una “investigación independiente”: dos consignas que recuerdan a las de la ola de manifestaciones de 2019, que culminó con una severa represión por parte de Pekín.
La policía no ha confirmado ni desmentido la detención de Miles Kwan, pero su petición, que había recogido más de 10.000 firmas en menos de 24 horas, ha desaparecido.
Pekín advierte contra cualquier “regreso al caos”
El sábado 27 de noviembre, la Oficina para la Salvaguarda de la Seguridad Nacional —el brazo de seguridad de Pekín en Hong Kong— publicó un comunicado en el que afirmaba apoyar a las autoridades locales en su acción para reprimir las acciones de aquellos que, según ella, “aprovechan el drama para sembrar el caos”, sin señalar ningún hecho concreto.
Otros dos voluntarios también fueron detenidos. Entre ellos, Kenneth Chan, ex representante local prodemocrático de Tuen Mun, fue detenido en su domicilio el domingo por la noche.
Hong Kong celebra un segundo día de luto. Al igual que el día anterior, personas anónimas formaron una fila de más de un kilómetro para depositar flores o rezar una oración en el lugar habilitado para ello al pie de las torres.
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