Ecuador entró ya en días de veda electoral antes del balotaje del domingo. Anoche concluyó la campaña electoral de segunda vuelta para los comicios presidenciales. Ambos candidatos, Luisa González y Daniel Noboa, realizaron su respectivo cierre de campaña en la capital económica del país, Guayaquil, acechada por una mortífera guerra entre bandas criminales.
Desde Guayaquil, el informe de nuestro enviado especial Raphael Moran
En Guayaquil concluyó una campaña presidencial marcada por el contexto de criminalidad inédita -Ecuador tiene la peor tasa de homicidios del continente- y por la polarización política.
“Acabar con el narcoterrorismo”
Luisa González acusó reiteradamente al presidente candidato, Daniel Noboa, de gobernar por sus intereses mientras que éste, que defiende su balance a través de spots en cadena nacional, quiere acabar con el legado correísta.
Apoyado por la derecha española, Noboa, hijo del empresario más rico del país, prometió desde una sala de conciertos continuar con su política de mano dura con el crimen.
“Vamos a acabar con esa revolución fallida. Vamos a acabar con el narcoterrorismo porque este país lo gobiernan ustedes, la gente que quiere un país mejor, esos jóvenes que fueron olvidados por los gobiernos pasados. Esas madres, ¡cabezas de casa, cabezas de hogar!”, enfatizó el candidato.
Promesa de desarrollo social
Por su lado, la candidata de izquierda, Luisa González, realizó un mitin en el centro de Guayaquil, acompañada de líderes de cuatro partidos que se sumaron a su promesa de desarrollo social.
“¡Vamos a ir a votar, hermanos, por la seguridad, por poner un negocio, porque no nos vacunen, por salir adelante con un empleo justo, con un pago digno, por derecho a nuestros hijos de educarse, a la salud, a las medicinas, a la educación!”, afirmó la candidata.
Tras una primera vuelta muy reñida, en la que Noboa encabezó la votación con tan solo 16.000 votos, las encuestas de opinión anticipan un resultado muy apretado este domingo.
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