Es el primer estímulo económico anunciado desde que asumió el cargo hace un mes la primera ministra japonesa Sanae Takaichi, quien calificó sus medidas de “responsables” pese a que los mercados recibieron la noticia con cautela.
Las medidas de Takaichi incluyen planes para impulsar la inversión en áreas como la construcción naval y la inteligencia artificial, sectores vitales, según el gobierno nipón, para la gestión de crisis y la seguridad nacional.
Un paquete importante que genera preocupación
El paquete incluirá subsidios a la electricidad y al gas, y entregas en efectivo de 110 euros por niño a las familias, además de cupones para las compras de arroz y otros artículos.
Según la agencia de noticias Kyodo, el alza de la deuda japonesa tras el gasto masivo preocupa a los mercados y en días recientes ya se habían registrado ventas de yenes y de bonos del gobierno nipón.
La gran dimensión del paquete genera preocupación por la salud fiscal de Japón cuya deuda es de las más grandes del mundo industrializado y supera el doble del tamaño de su economía.
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