El Gobierno laborista británico anunció este 17 de julio su voluntad de bajar la edad para votar de los 18 a los 16 años. También ha dicho que se podrán usar tarjetas bancarias como una forma válida de identificación en los centros de votación.
Con nuestro corresponsal en Londres Daniel Postico y la AFP
La edad para votar se reducirá de los 18 a los 16 años en el Reino Unido. Esta era una de las promesas electorales del Partido Laborista cuando se impuso por mayoría absoluta en las elecciones del año pasado, en consonancia con Escocia y Gales, donde ya hace tiempo que se redujo la edad para votar en las regionales.
Incentivar a los jóvenes a votar
El primer ministro, Keir Starmer, ha afirmado que los jóvenes de 16 y 17 años tienen "la edad suficiente para trabajar y para pagar impuestos" y que, por tanto, también deben poder votar. De hecho, esta era una de las peticiones de los adolescentes en la votación del Brexit y al final no les dejaron.
"Creo que es realmente importante que los jóvenes de 16 y 17 años tengan derecho a voto, porque son lo suficientemente grandes para salir a trabajar, son lo suficientemente grandes para pagar impuestos, por lo que contribuyen", declaró Starmer. "Y creo que, si contribuyes, deberías tener la oportunidad de decir en qué quieres que se gaste tu dinero, hacia dónde debería ir el gobierno", añadió.
Solo un pequeño número de países permite que los jóvenes de 16 años voten en elecciones nacionales. El objetivo de esta medida es incentivar a los jóvenes a acudir a las urnas.
La oposición conservadora ha criticado la decisión del Gobierno, igual que el partido antiinmigración Reform, que se ha convertido en el favorito para las próximas elecciones. Esta decisión beneficia claramente a los laboristas que tienen un apoyo del 33% de los jóvenes de 16 y 17 años, Reform tiene un tiene 20% de apoyo en este segmento, mientras que los conservadores lo tienen por debajo del 10%.
Tarjetas bancarias
El Gobierno también ha anunciado que se podrán usar tarjetas bancarias como una forma válida de identificación en los centros de votación.
En los cambios en la ley electoral introducidos por el anterior Gobierno conservador, estaba la exigencia a los votantes de mostrar una identificación con fotografía, lo que, según la Comisión Electoral, llevó a que alrededor de 750,000 personas no votaran en las elecciones del año pasado.
El objetivo es "ayudar al mayor número posible de personas a ejercer su derecho democrático", precisó el Gobierno en un comunicado.
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