La semana pasada, las Fuerzas Armadas de Colombia celebraron haber ejecutado un bombardeo sobre un campamento guerrillero en el que murieron 19 rebeldes, en el departamento amazónico de Guaviare (sur). Sin embargo, el operativo derivó en un escándalo para el presidente Petro.
La Defensoría del Pueblo, entidad encargada de velar por los derechos humanos, denunció el sábado que entre las víctimas del ataque del 10 de octubre había siete menores reclutados a la fuerza.
El bombardeo destapó más casos hasta entonces desconocidos. Petro añadió este lunes cinco menores más: cuatro muertos en un bombardeo el 1 de octubre en el departamento de Caquetá (sur) y uno más el jueves pasado en Arauca (noreste), en la frontera con Venezuela.
Indignación y conmoción
Estos hechos han causado indignación y conmoción en Colombia. La estrategia militar del presidente es cuestionada dentro y fuera del país, pues se le acusa de no acatar el derecho internacional humanitario, que exige la protección de menores en conflictos armados.
El Instituto Nacional de Medicina Legal precisó que los 15 menores fallecieron entre agosto y noviembre durante operativos de las fuerzas armadas contra disidencias de las FARC en Guaviare, Amazonas y Arauca.
Estas cifras preocupan a la vocera de Unicef en Colombia, María Cristina Rivera.
“En Unicef hemos dicho que vemos con gran preocupación el aumento de las graves violaciones que se cometen contra la niñez en el marco del conflicto armado en Colombia. Estas violaciones incluyen el reclutamiento y utilización de niños y niñas, pero también la muerte, el secuestro y los ataques a escuelas y hospitales. Se registra un aumento de estas prácticas desde 2019. El reclutamiento es, sin duda, uno de los problemas más graves y de mayor crecimiento. Muchos de esos menores asesinados en los bombardeos habían sido reclutados por grupos armados y se encontraban en esos campamentos formando parte de dichas estructuras".
La Defensoría del Pueblo tiene pruebas de que al menos 123 menores fueron reclutados entre enero y septiembre de este año. Rivera explica cómo operan los grupos armados.
Falsas promesas para reclutar
"En muchas ocasiones los grupos armados utilizan la coerción o la fuerza, pero en otros casos recurren a técnicas de persuasión y falsas promesas. Por ejemplo, ofrecen empleo o mejores condiciones de vida. Sin embargo, una vez reclutados, los niños no pueden salir. También sabemos que, en la mayoría de los casos, estos menores ya habían sufrido previamente otras vulneraciones: falta de acceso a la educación, vivir en zonas de conflicto con pocas oportunidades, entre otras. La mejor forma de prevenir el reclutamiento es garantizar el acceso a los derechos fundamentales y ofrecer oportunidades que permitan desarrollar proyectos de vida lejos de la violencia y de las falsas promesas de estos grupos".
El presidente Gustavo Petro aseguró que los operativos respetan el derecho internacional humanitario y que desconocía la presencia de menores en las zonas bombardeadas. La vocera de Unicef recordó el deber del Estado de proteger a los niños:
"Sea cual sea la situación, es fundamental tener en cuenta los principios de precaución y de acción sin daño en toda operación militar ofensiva. Los niños deben ser siempre retirados del conflicto armado. El conflicto no debe afectarlos".
Este 20 de noviembre, Día Mundial de la Infancia, Unicef Colombia alertará sobre la vulnerabilidad de los niños indígenas y afrocolombianos frente al reclutamiento por parte de grupos armados.
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