«En los próximos días, entre 50 y 55 ciudadanos iraníes regresarán al país», declaró el portavoz de la diplomacia iraní, Esmaïl Baghaï, rechazando las «acusaciones de las autoridades estadounidenses de que estas personas habrían infringido la legislación en materia de inmigración».
El presidente estadounidense, Donald Trump ya había anunciado a finales de noviembre medidas drásticas contra la inmigración. Algunas de estas restricciones ya han entrado en vigor, por ejemplo, prohibiciones de entrada y la suspensión de todas las solicitudes de inmigración o naturalización. También se ha suspendido la concesión de permisos de residencia y trabajo permanentes, la tarjeta verde o Green Card, a las personas de las nacionalidades en cuestión.
El jefe de la autoridad, Joseph Edlow, ordenó, según sus propias declaraciones, "una revisión exhaustiva y estricta de todas las tarjetas verdes de los extranjeros de los países afectados", es decir, también de los titulares de permisos de residencia ya concedidos.
Además, en un primer momento, se suspendieron provisionalmente todos los procedimientos de asilo: "Hasta que podamos garantizar que todos los extranjeros sean investigados y controlados de la forma más exhaustiva posible", comunicó el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS).
Atentado contra dos guardias nacionales en Washington
El trasfondo actual es el atentado contra dos guardias nacionales en Washington, ocurrido el 26 de noviembre pasado. Los afectados resultaron gravemente heridos por disparos, y posteriormente, una de las víctimas falleció. El presunto agresor, un afgano de 29 años, fue detenido y acusado de asesinato. Según confirmó Trump, el victimario entró a Estados Unidos en 2021, después de haber trabajado en su país natal para la CIA, el servicio secreto estadounidense, y otras agencias gubernamentales estadounidenses.
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