Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), en la primera mitad de 2025 la producción de salmón en Chile creció un 9,1 % con respecto al mismo período del año anterior. Se trata de uno de los principales productos no mineros que exporta el país, principalmente hacia Estados Unidos y Brasil, pero no ausente de críticas.
En la Patagonia, el crecimiento de la industria de las granjas salmoneras está en el punto de mira de las ONG por su ubicación en zonas supuestamente protegidas, el abuso de antibióticos y su impacto medioambiental.
“En Chile tenemos una real invasión de concesiones de la industria salmonicultura. Son más de 300 concesiones que están aprobadas. Estas instalaciones son realmente gigantescas, contaminan con diferentes tipos de materiales, como son tuberías plásticas, mallas que dejan abandonadas, estructuras metálicas y lo que nosotros hemos ido denunciando a lo largo de los años es que producen más del número que se les entrega para poder cumplir con medianamente un equilibrio ecológico en esta zona”, afirma a RFI La geógrafa de Greenpeace Chile, Silvana Espinoza.
“Eso va generando mortalidades, residuos, o sea, acumulación de mayor materia orgánica. En el fondo, se va generando una secuencia de diferentes desequilibrios ecosistémicos que altera al resto de las poblaciones que tenemos en la Patagonia”, agrega.
Greenpeace Chile tramitó hace un año las primeras querellas criminales contra la industria por la muerte de dos ballenas jorobadas en instalaciones salmoneras, según denuncia la ONG. La muerte de los dos cetáceos se habría producido en el interior del Parque Nacional San Rafael y de la Reserva Nacional Kawésqar, ambas áreas protegidas.
“Estuvimos reunidos con el fiscal hace algunas semanas en Punta Arenas para poner a disposición nuevos antecedentes que nosotros hemos ido trabajando con los científicos y científicas de Greenpeace. Esto está en manos de ellos”, apunta Espinoza. “Esperamos tener una resolución pronto, porque en el fondo este año ya se cumplió un año de la tramitación de estas querellas, entonces nosotros también estamos a la espera de poder tener un resultado al respecto y que, por supuesto, quienes resulten responsables asuman esto frente a la ley”, concluye.
Otras organizaciones, como Ecoceanos, denuncian la muerte de trabajadores en las granjas de salmón y las difíciles condiciones laborales de la industria.
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