Desde el 26 de octubre, la ciudad sudanesa de El Fasher ha caído en manos de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), un grupo paramilitar liderado por el general Mohamed Hamdan Dagalo. Las Naciones Unidas hablan de “una espiral de atrocidades” y varias organizaciones humanitarias denuncian crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad cometidos contra civiles. Al menos 2.000 personas han sido asesinadas y más de 70.000 desplazadas en una semana. En el vecino Chad, que ya acoge a cerca de 1,5 millones de refugiados sudaneses, ya se observa un recrudecimiento de las llegadas.
Con Nadia Ben Mahfoudh, nuestra corresponsal en Yamena (Chad)
Los civiles que huyen de El Fasher desde su caída aún no han llegado a Chad, pero con el fin de la temporada de lluvias, las autoridades chadianas y el ACNUR esperan acoger a más de 120.000 refugiados procedentes de Sudán. Situadas al noreste de Chad, no lejos de la frontera con Sudán, las ciudades de Tiné y Kariari son los dos principales puntos de llegada de los sudaneses que huyen del conflicto en El Fasher.
El coordinador principal de la situación de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) en el este del Chad, Patrice Ahouansou, afirma que cerca de 100.000 sudaneses han llegado a estas dos ciudades desde abril. La carretera que las conecta con El Fasher es conocida por ser la más corta, pero también la más peligrosa y costosa. En ella hay varios puestos de control controlados por las FAR. Los testimonios de los refugiados dan cuenta de numerosos actos de violencia, en particular sexual.
Se espera que 90.000 sudaneses lleguen a Chad antes de finales de año
La ACNUR, en colaboración con las autoridades chadianas, ha puesto en marcha un programa de reubicación de los refugiados desde los puntos de llegada a campos más alejados de la frontera.
Una fuente chadiana presente en el este del país afirma que “es prioritario descongestionar las ciudades fronterizas (…) con el objetivo de evitar una catástrofe humanitaria más grave en caso de que el conflicto se extienda al territorio chadiano”.
Una fuente gubernamental confirma la intensa actividad de drones en territorio sudanés a unas decenas de kilómetros de Tiné. La ACNUR y las autoridades chadianas afirman que la frontera entre Sudán y Chad permanece abierta y que no se obstaculiza el paso de civiles.
Crímenes de guerra y de lesa humanidad
Las atrocidades cometidas en la ciudad sudanesa de El Fasher podrían constituir crímenes de guerra y de lesa humanidad, advirtió el lunes la oficina del fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), mientras que, según la ONU, decenas de miles de personas huyen de los combates en la región vecina de Kordofán.
Desde abril de 2023, Sudán está azotado por una guerra por el poder entre el general Abdel Fatah al Burhan, comandante del ejército regular y líder de facto del país desde el golpe de Estado de 2021, y el general Mohamed Daglo, al frente de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), un grupo paramilitar.
Tras 18 meses de asedio, bombardeos y hambruna, las FAR tomaron el 26 de octubre el control de El Fasher, la última gran ciudad de la región occidental de Darfur que escapaba a su control.
Desde entonces, circulan reportes de ejecuciones sumarias, violencia sexual, ataques a cooperantes humanitarios, saqueos y secuestros.
"Estos actos, si se confirman, podrían constituir crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad", declaró en un comunicado la oficina de la fiscal de la CPI, con sede en La Haya, que expresó su "profunda alarma y máxima preocupación" ante los reportes.
El conflicto se está extendiendo ahora a Kordofán, una región estratégica situada entre Darfur al oeste y la capital Jartum al este.
Las fuerzas paramilitares advirtieron el domingo que concentraron sus tropas a lo largo de una nueva línea de frente. Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), más de 36.000 civiles sudaneses han huido de sus hogares en el estado de Kordofán del Norte en el transcurso de una semana.
Un informe encargado por la ONU y publicado el lunes alerta que la hambruna se está extendiendo a dos nuevas regiones del país, en particular a la ciudad de El Fasher y a la ciudad sitiada de Kadugli, en el estado de Kordofán del Sur.
Otras veinte regiones de Darfur y Kordofán también están en riesgo, según el informe del Marco Integrado de Clasificación de la Seguridad Alimentaria (IPC).
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