Javier Milei llevaba dos años gobernando con presupuestos de 2023, el año en que accedió al poder, pese al impacto de la inflación y al desfinanciamiento de sectores como la ciencia, la salud y la educación. Finalmente, el presidente argentino pudo celebrar la aprobación de su primer presupuesto, correspondiente al año 2026, con un resultado de 46 votos a favor y 25 en contra en el Senado, este viernes 26 de diciembre.
Tras más de ocho horas de debate, la votación fue posible gracias al incremento del poder parlamentario que obtuvo el partido de Milei tras su reciente triunfo en las elecciones legislativas de octubre, en las que se impuso con el 40 % de los votos. Con un nivel de abstención mayor al registrado en las elecciones de 2023 y 2021, los argentinos renovaron la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado, otorgando un contundente respaldo al actual mandatario.
El texto aprobado prevé para el próximo año un crecimiento del PIB del 5 % y una desaceleración de la inflación anual hasta el 10,1 %. Se trata de unas políticas que, sobre todo, reafirman el objetivo de equilibrio fiscal, eje central del programa de gobierno.
Políticas contra el déficit
La senadora Patricia Bullrich, líder del minoritario bloque oficialista, afirmó que «el déficit cero no se negocia: es la línea roja que separa el futuro del desastre». «No vamos a gastar más de lo que ingresa; vamos a ordenar nuestras cuentas», señaló al abrir el debate el oficialista Ezequiel Atauche.
Los senadores aprobaron, además, un polémico capítulo que elimina los pisos de financiamiento para educación (6% del PIB), ciencia (1%), las escuelas técnicas y el equipamiento de defensa nacional, y establece mayores exigencias administrativas para que las universidades accedan a transferencias de fondos.
Críticas de la oposición
«Cuando se vayan a dormir hoy, digan a sus hijos: “vengo contento porque reventé el sistema educativo”», ironizó el opositor José Mayans. También denunció el «tratamiento exprés» del presupuesto, que, a su juicio, «representa la decadencia y la corrupción del gobierno». La senadora Ana Marks, del peronismo opositor, sostuvo que el Ejecutivo busca el superávit fiscal «a costa de un déficit social y de soberanía».
El debate de una de las reformas más sensibles, la laboral —que provocó rechazo sindical y movilizaciones—, fue postergado hasta febrero, mientras el gobierno anticipa también iniciativas impositivas y previsionales para los próximos meses.
Milei ha hecho de los recortes del gasto público el eje de su política económica. En sus dos años de gobierno, el gasto público se redujo un 27,7 %, según datos del Ministerio de Economía. «Abróchense los cinturones porque va a haber muchas más reformas», advirtió recientemente el presidente.
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