La Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), a través de su Facultad de Humanidades (FH), presentó la conferencia “¿Para qué sirvió la Revolución de Abril de 1965 en el orden social dominicano?”, la cual fue dictada por el escritor y educador
Esta conferencia forma parte del programa del Primer Congreso Nacional de las Humanidades: La Guerra de Abril de 1965”, que realiza la FH en el marco del 60 aniversario de esta gesta revolucionaria.
La actividad, realizada en el Edificio de Alta Tecnología de la UASD, fue presidida por el decano de la Facultad de Humanidades, Gerardo Roa Ogando, quien destacó la dilatada trayectoria del conferencista invitado, considerado uno de los principales intelectuales
Roa Ogando destacó que la Revolución de Abril fue uno de los hechos históricos dominicanos, más importante del siglo 20. La conferencia
De su lado, Andrés L. Mateo en el desarrollo de su conferencia hizo un análisis sobre las transformaciones que generó la Revolución de Abril de 1965 en los procesos políticos, sociales y económicos de República Dominicana.
Para Mateo, los momentos definitorios que crearon el contexto para la gesta mencionada, son la movilidad social dominicana con la aparición de trujillismo en los años 30 que generó un nuevo orden social y económico con una sociedad polarizada, es decir, dividido entre los grandes ricos y los muy pobres con diferencias extremas, así como la inestabilidad social que dejó la finalización de la dictadura trujillista.
"Como consecuencia de la polarización generada por el fin de la dictadura de Trujillo se crearon las condiciones para la revolución. Surge una pequeña burguesía, que cambió completamente la composición social dominicana", precisó el conferencista.
Explicó que a partir de la salida de Trujillo, el país experimentó transformaciones económicas y urbanas, caracterizadas por la aparición del capital financiero y proliferación de la banca; el surgimiento de las universidades y perfiles profesionales liberales, así como el incremento de la emigración campo-ciudad.
Asimismo, destacó como factor esencial de la revolución la aparición de nuevas ideologías, producto de la incidencia que tuvieron todas las corrientes de pensamiento universal que se introdujeron en el país.
“La entrada del marxismo, del socialcristianismo y varias teorías económicas, así como la superación de la visión hegeliana de la historia, fueron determinantes”, precisó.
Andrés L. Mateo resaltó el surgimiento de los nuevos liderazgos políticos como un aspecto transformador de ese proceso histórico.
El conferencista considera que Joaquín Balaguer aportó un liderazgo conservador que favorecía a sectores económicos, en tanto que Juan Bosch se caracterizó por un liderazgo pedagógico con la Constitución de 1963 como referente, mientras que José Francisco Peña Gómez impulsó un liderazgo mesiánico caracterizado por las masas.
A la conferencia asistieron autoridades universitarias, docentes de humanidades y otras áreas, estudiantes e invitados especiales.
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