En este tema que trabajamos cada noviembre es especial. El hecho de ofrecer servicios directamente a las mujeres sobrevivientes de violencia nos motiva, nos ilusiona y nos inspira a organizar actividades que permitan a las mujeres conmemorar su libertad, su transformación y su nueva vida a propósito de esta fecha que además tiene un significado mayor para las dominicanas pues es parte de nuestra historia y en cada mujer del Centro tenemos a una Minerva, una Patria o una María Teresa.
Este año y desde hace dos atrás celebramos con varias manifestaciones de arte a través del cual las mujeres expresan sus vivencias en el teatro, la pintura, la poesía, el baile y todos en alegría y solidaridad unas con otras. Por sexto año celebramos la Feria de Moda Ecológica que invita a la generosidad, la prosperidad y el cuidado del medio ambiente, que en un artículo anterior describí en detalle.
Pero este año fue aún más especial ya que recibimos la invitación de la embajada dominicana en Egipto para compartir el modelo de intervención que hemos construido y mejorado con el pasar de los años. En principio nos causó un poco de incertidumbre ya que aquella es una cultura con mayores limitaciones para el desarrollo de las mujeres y la manera de presentar nuestro trabajo tenía que ser percibido, no como una amenaza, sino con la posibilidad de ser tomado como otro punto de vista y nada más para así captar la atención y poder ser escuchadas. Para lograr este objetivo el camino idóneo fue el arte, esta vía novedosa que hemos aplicado para que las mujeres profundicen y se construyan nuevos surcos neuronales en sus cerebros que les permitan sanar el trauma de la violencia y continuar con sus vidas.
Y así fue, este recién pasado 25 de noviembre las mujeres a través de sus obras, que son expresión de su libertad, fueron escuchadas en el Instituto Cervantes del Cairo, una casa de arte de dirección española que está en diferentes partes del mundo. Nos recibieron junto al cuerpo diplomático Iberoamericano para compartir cómo trabajamos y ponerle voz a poemas creados por nuestras mujeres, pero esta vez recitados por jóvenes con velos que cubres su rostro y pelo. Nos parecido un acto atrevido y valiente que de alguna manera une a las mujeres de diferentes continentes en la lucha que cada una lleva en su propia cultura.
Pero esto no fue todo, ver a dos jóvenes egipcias representar en una danza árabe un fragmento de la obra “La casa de Bernarda Alba” de García Lorca, fue casi impensable que pudiese ocurrir en un contexto cultural como este. Además, disfrutar de la exposición fotográfica de mujeres destacadas, presentadas en sus semblanzas por embajadores de los países, completó el escenario perfecto de sembrar una semilla que en cualquier lugar del mundo germinará y dará sus frutos en el tiempo y el momento adecuado y necesario.
Esa noche Las Mariposas se hicieron presente y se fueron en las solapas y vestidos de los y las asistentes a manera de artesanía dominicana hecha con jícara de coco llegando a cada uno de sus hogares y sus corazones.
En otro evento organizado en la universidad Sadat del Cairo, las y los estudiantes del idioma español fueron convocados a un concurso para escribir microrrelatos con el cautivador tema: “Lucha y Esperanza, un homenaje a las Hermanas Mirabal” Antes de nuestra llegada al Cairo recibimos, leímos y evaluamos sus trabajos que fueron particularmente conmovedores pues en su mayoría se atrevieron a contar historias propias de dolor que nos reflejaron la necesidad de ir y plantar. Mas de 100 jóvenes abarrotaron el salón y escucharon atentamente los recursos de resiliencia que ellos mismos en sus microrrelatos habían expresado les ayudaron a salir y continuar. Hicimos ejercicios de recursos de respiración para regresar al presente y lograr conexión con ellos mismos a los cuales de manera voluntaria se animaron a participar y compartir su experiencia. El brillo en los ojos de las chicas y la atención de los chicos nos confirmaba su necesidad de recibir otra mirada.
En ambos encuentros resonaron a manera de canción nuestras heroínas Patria, Minerva y María Teresa dejando en aquel continente la semilla de libertad y conciencia que como privilegio recibimos en nuestra tierra y hoy son símbolo universal de la lucha de las mujeres y la esperanza de construir todos y todas una mejor humanidad.
Compartir esta nota