El Ministerio de Educación de la República Dominicana (MINERD) anunció, en fecha reciente, que el año escolar 2025-2026 inicia el 25 de agosto del año en curso. A partir de la fecha de hoy, se cuenta con un mes y once días. Este es el tiempo hábil para ultimar los detalles del año escolar indicado. Hablamos de ultimar detalles, porque es de suponer que el Ministerio lleva varios meses pensando y definiendo qué y cómo hacer para que el curso escolar próximo se desarrolle con la normalidad y efectividad debidas.

La previsión es un proceso necesario, si se desea organización, calidad y resultados favorables de un proceso o programa determinado; en este caso, el período escolar, 2025-2026.

Las previsiones son diversas, desde nuestro punto de vista. En primer lugar, es necesario que los docentes puedan participar de sus vacaciones, sin alteración alguna. Las necesitan para reponer fuerzas, para disfrutar otras facetas de la vida y, sobre todo, para la recreación de su energía y de su inteligencia espiritual. Esta última le aportará oportunidades para encontrarse consigo mismo y con el marco de valores que intentó construir y promover en el año escolar anterior. Podrá descubrir que su ser no se agota en lo inmediato y que está convocado a tejer lazos y redes de bienestar común, de justicia global y de inclusión sostenida.

Se ha de prever, también, espacios y ambientes educativos capaces de despertar la alegría de volver al aula, de volver al centro educativo; una alegría expansiva que emerja del interior de cada estudiante, docente y personal directivo. Avanzar en esta dirección requiere la satisfacción de necesidades fundamentales, como agua, baños e higiene en los centros educativos. Esto puede observarse en un alto porcentaje de los existentes. Pero, todavía el Ministerio de Educación de la República Dominicana tiene tareas pendientes en este renglón. Las Juntas y los equipos directivos han de actuar conforme al rol que han asumido.

La formación de los docentes es un tema obligado de la agenda de preparación del año escolar. Se espera la aplicación de estrategias y el uso de medios y recursos que reduzcan la masificación; que diversifiquen las modalidades de formación y que permitan procesos formativos focalizados. Los docentes han de apropiarse de lo que se aborda en cada proceso formativo. Al finalizar, han de sentirse capaces de aplicarlo, de evaluarlo y de identificar resultados de aprendizaje, tanto en los estudiantes como en ellos mismos.  Estos procesos formativos habrán de tener en cuenta los avances de las tecnologías y de la cultura digital. La modernización de la formación docente no admite demora.

Avanzar en la previsión es garantizar un proceso de planificación del curso escolar cualificado y realista. Este proceso de planificación se ha de mantener abierto para que los estudiantes puedan aportar desde su experiencia y desde sus necesidades. Se ha de superar la planificación unidireccional, que sólo toma en cuenta lo que prescribe el currículo, lo que piensan las autoridades y lo que decide el docente. Los estudiantes han de constituirse como sujetos con derecho a presentar iniciativas; con inteligencia para advertir el riesgo de repetir, con reducida racionalidad, más de lo mismo. El estudiantado puede y debe participar en la planificación de procesos que impactan su propio aprendizaje, su propio desarrollo.

La previsión ha de tener en cuenta el plan de trabajo y la información a tiempo real que han de tener las familias y las organizaciones de las comunidades. En muchas ocasiones se ha dicho que la escuela no puede sola. Pero, no solo se dice, hay indicadores que lo demuestran; por tanto, previo a la apertura del curso, se debe elaborar un plan de trabajo y de apoyo con la familia. Es un imperativo el compromiso de las familias con la vida y los problemas de los centros educativos. En este campo no hay comparsa. Cada instancia tiene que asumir su responsabilidad. La Asociación que aglutina a madres, padres, tutores y colaboradores de la escuela debe ponerse en acción. En esto, la familia cuenta. No se puede colocar al margen.

Las instancias del MINERD que tienen dificultades con la Oficina de Compra y Contrataciones deben resolver y organizarse para evitar ruidos que distraigan y entorpezcan el desenvolvimiento del año escolar. Llegó el momento de articular la teoría del discurso con la práctica real y pertinente. Los ruidos institucionales bloquean, desconcentran a los actores del sector educativo. El mundo arde, la región muestra tensiones preocupantes en Haití, Estados Unidos, Colombia, Ecuador y El Salvador. La República Dominicana ha de ofrecerle a la escuela dominicana paz, seguridad y estabilidad. Los ciudadanos debemos y podemos colaborar para que las previsiones se conviertan en hechos. Apoyemos un retorno a la escuela alegre y esperanzado.

Dinorah García Romero

Educadora

Investigadora del Centro Cultural Poveda - Directora  del Proyecto: Instituto Superior de Estudios Educativos Pedro Poveda. - Titular de Formación continuada en el Centro Cultural Poveda. - Docente del  Máster en Psicología de la Educación y Desarrollo Humano en Contextos Multiculturales,  Universidad de Valencia-Universidad Autónoma de Santo Domingo. - Co-Directora de Tesis en el Programa de Doctorado en Educación, Universidad de Valencia-Universidad-Autónoma de Santo Domingo.  

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