La especie humana, nuestra especie, cuenta en la actualidad con alrededor de 8,000 millones de habitantes. Estos 8 mil millones estamos distribuidos en 6 continentes que por orden alfabético son: África, América, Antártida, Asia, Europa y Oceanía.

Existe una división del mundo en que se habla del mundo occidental u Occidente y el resto del mundo u Oriente. No corresponde a un criterio geográfico ni étnico sino a un criterio cultural y social en donde los países que lo componen comparten costumbres, sistemas sociales, religión y determinado tipo de desarrollo. Lo componen los continentes de Europa y América, más los países de Israel, Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica.

Esta parte del mundo recibe una enorme influencia eurocentrista y estadounidense. Su población consta de aproximadamente 240,000 millones de habitantes, es decir, menos de la tercera parte de la población mundial.

Los habitantes que pertenecemos al Occidente, hemos recibido una educación en donde su Historia Universal desconoce la historia de Oriente, que es más antigua que la occidental. Crecemos de espalda al resto del mundo que es una civilización más antigua y con mayor influencia en la composición mundial.

Los occidentales estamos sometidos a una constante campaña de concientización que nos llega por todos los medios en donde se nos induce a creer en historias preconcebidas sobre eventos políticos, sistemas sociales, acontecimientos históricos, criterios raciales, gustos, etc. Para muestra un ejemplo: se nos enseña que Gutenberg en el 1450 inventó la imprenta que ya los chinos, en el 1041 la habían inventado e impreso cientos de documentos.

De esta manera vivimos en un sistema en donde la verdad se mezcla con la mentira y los valores se mezclan con desvalores y nos inducen a creer que nuestra forma de ver al Mundo es la que debe predominar, razón por la cual juzgamos costumbres de civilizaciones que datan de más de 3 mil y 5 mil años, mucho más antiguas que la nuestra.

Pero no todos los que vivimos bajo esta sombra propagandística maledicente nos dejamos influenciar, no, una representativa parte de esta población subyugada, se levanta en su contra y la contradice hasta el combate.

Entonces, podemos decir que la población de Occidente se divide en dos grandes grupos: el de los conformistas y alineados al discurso occidental y los contrarios: el grupo de los reactivos y contradictorios.

Los primeros, asumen el discurso perverso proveniente de los servicios de inteligencia del Reino Unido y EEUU, fundamentalmente. Lógicamente, a ellos se les une todo el discurso conservador eclesiástico, sumiendo a esta población en un entramado “cultural” que los hace creer ciegamente en las consideraciones provenientes de esa política. Son los que desconocen procesos electorales limpios como el ruso y el venezolano, pero no dicen nada de procesos electorales como el nuestro.

Son los que ven como positivo los golpes de Estado promovidos por la CIA, como ha ocurrido decenas de veces en nuestro continente, los mismos que desconocen más de 8 años de genocidio por parte del gobierno ucraniano contra la población del Dombás y llaman a Rusia “invasor” tachando a Putin de malvado.

Los mismos que no se quejan por vivir en un sistema dictatorial en donde las mafias partidarias apoyadas por las oligarquías se suceden en el poder sin permitir que otras tendencias puedan acceder al poder. Los mismos que ayudan a estas mafias votando por ellas. Los mismos que ven comunistas hasta en la sopa y que exponiendo una ignorancia filosófica absoluta los detractan. Repiten y repiten los conceptos emitidos por esa propaganda difamatoria mediática como ocurrió en el caso venezolano.

Por el contrario, los que no están dispuestos a apoyar ese discurso infame y se le enfrentan con dignidad, sin importar las consecuencias. Los mismos que asumen una postura solidaria a favor de los olvidados del sistema, los que están a favor de un mundo multipolar, los que están en contra de la mentira y el sometimiento cultural, político y económico. Los que denuncian y luchan contra el robo de los recursos de los países por parte del hegemón que constituyen los gobiernos y clases dominantes de los EEUU, Reino Unido y Canadá. Los que abogan por la paz mundial y miran hacia el resto del mundo, adquiriendo valores que engrandecen al ser humano conociendo su historia y su realidad.

¿En cuál grupo occidental te encuentras tú?