En medio de las tensiones provocadas por el endurecimiento de las políticas migratorias llevadas a cabo por el actual gobierno de los Estados unidos de América, y la intensificación de las redadas realizadas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos, (ICE, por sus siglas en inglés), las cuales generan crisis, críticas de unos y respaldos de otros, se dio el resultado de las elecciones para la apetecida alcaldía de Nueva York, siendo el ganador precisamente un inmigrante, Zorhan Mamdani, como muchos anticipaban.
Y no se trata solamente de que es un inmigrante nacido en Uganda con ascendencia india, hijo de una familia de un alto nivel académico con un padre antropólogo y profesor de la prestigiosa universidad de Columbia, y una madre que es una premiada directora de cine, por lo que creció en un hogar acomodado, sino que profesa la religión musulmana, lo cual evidentemente se convirtió en un arma de ataque para sus opositores, y de recelo para muchos en el mundo que temen una supuesta islamización de la ciudad y el país, y que ven sus ideas como demasiado liberales e izquierdistas. Sin embargo, a sus 34 años logró salir victorioso de su campaña por un alto porcentaje de votos y concitar la atención de un importante número de personas, al haberse registrado el nivel de participación de votantes más alto desde el año 1969.
Mandani supo captar el voto de los inmigrantes con un discurso dirigido a estos, lo que hizo posible que un alto porcentaje de latinos católicos votara por él a los que logró impactar con su carisma, su novedosa campaña y sus propuestas, muchas de estas vistas como muy radicales, pero es innegable que en un momento de temor de millones de inmigrantes por las nuevas políticas, el discurso de Mandani de que "Nueva York seguirá siendo una ciudad de inmigrantes, una ciudad construida por inmigrantes, impulsada por inmigrantes. Y a partir de esta noche, liderada por un inmigrante", constituye un bálsamo aliviador.
Naturalmente que habrá que esperar qué tanto de lo prometido podrá ser ejecutado, y cuáles serán los resultados de esas medidas, que los más conservadores vaticinan catastróficos por su falta de experiencia e ideas marxistas, pero lo cierto es que su discurso logró aglutinar apoyos que van más allá del sentimiento anti trumpista que muchos destacan, pues logró vencer diferencias religiosas y sentimientos de rechazo por la lamentable asociación de musulmán con terrorista y la islamofobia luego de los terribles atentados del 11 de septiembre de 2001, haciendo que aspiración común a una mejor calidad de vida a un menor costo para los menos favorecidos, y de seguridad de permanencia para una comunidad trabajadora inmigrante que se siente amenazada, superara todos los obstáculos y derribara todos los prejuicios.
La gobernadora demócrata de Nueva York, Kathy Hochul, luego de conversar probatoriatos después de su triunfo, publicó que esperaba con ansias “trabajar juntos para que nuestra ciudad sea más asequible y habitable.", en un claro respaldo a su visión de la ciudad, totalmente distinta a la de su principal contrincante el ex gobernador de Nueva York Andrew Cuomo, hijo del ex gobernador Mario Cuomo, quien luego de haber sido forzado a dimitir de su cargo en el año 2021 por acusaciones de agresión sexual de ex empleadas entendió que, a pesar del informe de la fiscalía que daba cuenta de sus supuestas agresiones a al menos 11 mujeres, el cierre de la acusación por supuesta dificultad probatoria también borraría su imagen de acosador, lo cual fue un grave error no solo suyo, sino de su partido.
La reciente visita de la gobernadora Hachul a nuestro país en un esfuerzo por afianzar los lazos culturales y económicos que nos unen, es una muestra fehaciente de la importancia de la comunidad dominicana en esa ciudad, y de la aceptación de que la inmigración es una realidad insoslayable en ese país, siendo ella hija de inmigrantes y administrando ella una ciudad con un alto número de inmigrantes. Y los dominicanos que justificadamente nos sentimos felices por este reconocimiento, y por poder contar con un Adriano Espaillat como representante en el Congreso de los Estados Unidos quien la acompañó en su visita, y que soñamos ser un “Nueva York chiquito”, debemos también reflexionar sobre la realidad de la inmigración en nuestro país, y comprender que es imposible seguir pensando que podemos utilizarla para lo que es necesaria, y no permitir que se desarrolle al amparo de derechos, por más que algunos entiendan que nosotros somos merecedores de ese trato allá, pero otros no lo merecen aquí.
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