Podríamos suponer que nadie quisiera tener enemigos, sin embargo, hay personas que atesoran cuidadosamente a sus enemigos tanto o más que a sus amigos. Enemigo podría ser quien siempre esté en desacuerdo contigo, no le agrades, desee lo peor para ti o quien podría intentar hacerte daño.
Siempre podrá haber quienes no te aprecien y te rechacen, incluso que te vean como un enemigo. Podría ser muy difícil cambiar sus pensamientos, pero si cambias los tuyos, podría no afectarte tanto. Tal vez te odien y deseen lo peor, pero, aunque sepas que debes cuidarte de ellos, no tienes que convertirte en su enemigo.
Tienes el derecho de que se te respete y que se haga justicia contigo, siempre podrás atacar cuando sea la única forma de defenderte, pero llenarte de odio hacia alguien, nunca te será beneficioso. Muchas veces quien grita por justicia, lo que está buscando es venganza. Muchas enfermedades mentales desaparecen automáticamente en el momento en que la persona puede perdonar una ofensa, incluso enfermedades físicas podrían desaparecer en estos casos.
Un lobo puede ser muy feroz y peligroso, yo tendría que tomar precauciones para no ser atacado, pero odiar al lobo no tiene sentido ni utilidad. Su naturaleza es ser salvaje y agresivo, yo no tengo que ser igual, ni siquiera si me viera obligado a dispararle, no es necesario que me llene de odio para hacerlo.
En realidad, no existe ninguna ventaja de tener enemigos. Imagina que te encuentras en un salón lleno de personas a quienes quieres mucho, por otro lado, imagina que estás en el mismo salón lleno de personas que odiaras, seguramente la primera experiencia la compararías al cielo y la segunda al infierno.
Evitar odiar y hacer daño, no quiere decir ser cobarde o estúpido, pero sí que has elegido mantenerte en el lado positivo y tener mejor calidad de vida.
Muchos si creen que les conviene, cuando les sea posible, te atacarán por la espalda, porque es su naturaleza, no necesariamente depende de ti. Algunos te atacarán y si no contraatacas, podrán creer que no los descubriste o que no te atreviste a enfrentarlos. No necesariamente debes apartarte de ellos, pero siempre debes tener presente que la mano que te tienden no es de amigos.
Cualquier animal es capaz de dar amor a quien lo trata bien, pero solamente seres especiales son capaces de no odiar a quien les ha hecho daño y comprender los motivos de su agresión.
Los cristianos se supone que debemos “poner la otra mejilla” o ser “mansos como palomas y astutos como serpientes”, lamentablemente no es lo que acostumbramos a hacer.
Mahatma Gandhi no predicó la violencia ni enemistad contra el opresor, no devolvió los golpes recibidos, sin embargo, su ejemplo logró la independencia de cerca de 400 millones de personas, separándose de una de las mayores potencias del mundo, sin necesidad de odiar ni atacar a nadie.
Hasta los escorpiones y las víboras son necesarios, simplemente debemos aprender a convivir con ellos. Están destinados a arrastrarse, pero lo ideal es que tú no te arrastres también y que recuerdes que siempre deberás cuidarte de ellos.
Cito aquí el famoso poema de José Martí, por ser uno de los mejores ejemplos de lo que estamos hablando: “Cultivo una rosa blanca, En julio como en enero, Para el amigo sincero, Que me da su mano franca. Y para el cruel que me arranca, El corazón con que vivo, Cardo ni ortiga cultivo, Cultivo una rosa blanca”.
Es una forma de decir: sin importar lo que tú decidas ser, yo siempre extenderé una mano amiga porque es lo que soy y lo que quiero ser. Y si sigues viendo mi mano extendida, pese a que me has traicionado, no confundas con ignorancia mi amistad, simplemente sigo decidiendo no actuar como tú.
Si eres responsable de una empresa y tienes que expulsar o sancionar a alguien que se lo merece, debes hacerlo sin titubeos, por el bien de todos los demás que dependen de la empresa, pero jamás disfrutándolo ni despreciando a esa persona. De igual forma un padre no debe disfrutar cuando castiga a su hijo, pero deberá ejercer su autoridad con sabiduría, aunque le duela.
Como quiera que lo analices, llenarte de amor, paz y esperanza, amar a los demás como te amas a ti, disfrutar de la naturaleza o del mundo de la misma forma que te complaces de tu hogar, reír con los que ríen y llorar con los que lloran, es lo que hará que vivir valga la pena. Si te fijas, no es otra cosa lo que se encuentra en la esencia de las sagradas escrituras.
A menudo se considera que cuando un amigo nos ofende es el momento adecuado para rechazar su amistad, sin embargo, podría ser el día que más nos necesite.
Si alguien se hace tu enemigo por hacer lo que tenías que hacer, no creas que perdiste algo. A veces, que algunas personas te consideren su enemigo, podría ser un honor.
Compartir esta nota