Honduras, ubicado en Centroamérica, con una población de poco más de 11 millones de habitantes y una superficie de 112,777 kilómetros cuadrados, celebrará elecciones generales este domingo 30 de noviembre. En una única vuelta —es decir, elección por mayoría simple— el pueblo escogerá al presidente de la República, 128 diputados titulares y 128 suplentes, 20 diputados al PARLACEN con sus respectivos suplentes, 298 alcaldes, 298 vicealcaldes y 2,092 regidores. El proceso electoral en Honduras es organizado, coordinado y supervisado por el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Este país, con grandes bellezas naturales y atractivos, pero también con importantes desafíos de pobreza e inseguridad ciudadana, presenta varios candidatos a la contienda de este domingo 30 de noviembre. Sin embargo, se destacan —de acuerdo con todas las mediciones— tres aspirantes con mayores posibilidades: la oficialista Rixi Moncada, del partido Libertad y Refundación (LIBRE); el conservador Nasry Asfura, del Partido Nacional; y Salvador Nasralla, del Partido Liberal.
Las encuestas, que lamentablemente gozan de cada vez menos credibilidad en el mundo —sobre todo en América Latina— ofrecen resultados dispares. Algunas dan como favorito a Salvador Nasralla; otras favorecen a la candidata oficialista; y no faltan mediciones que colocan en primer lugar a Nasry Asfura. Incluso, no se descarta que surja una sorpresa con algún candidato que no aparece bien posicionado en los sondeos. La situación, por tanto, es compleja e impredecible.
Son muchos los temas del debate: la inseguridad ciudadana, el desempleo, la pobreza y la salud, los asuntos tradicionales. No obstante, hay un tema transversal: la relación con Estados Unidos y con China. Mientras la candidata oficialista plantea mantener buenas relaciones con todos, los otros dos candidatos han dejado abierta la posibilidad de romper relaciones con China para restablecer vínculos con Taiwán, alineándose así de manera clara con los Estados Unidos.
Como es costumbre, la observación electoral juega un papel fundamental para fiscalizar y garantizar la transparencia del proceso. Distintas instituciones —entre ellas la OEA y otros organismos relevantes— estarán observando estas elecciones. En los últimos años ha cobrado especial importancia la participación de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (COPPPAL), presidida por el líder del PRI de México, Alejandro Moreno Cárdenas, un hombre extraordinario, visionario y con gran liderazgo en su país. Su dirección ha fortalecido esta institución y ha potenciado la coordinación de misiones de observación electoral en América Latina y el Caribe.
Para las elecciones de Honduras, Alejandro Moreno Cárdenas ha designado como jefe de misión electoral al presidente del partido País Posible de la República Dominicana, Milton Morrison, quien desde hace unos años forma parte activa de la COPPPAL, lo que representa un orgullo para la República Dominicana. Por su capacidad de trabajo, disciplina y dotes de gerencia, no cabe duda de que Milton Morrison realizará una excelente labor de coordinación al frente de esta misión electoral de la COPPPAL en Honduras.
El trabajo de la misión electoral de la COPPPAL en Honduras —que contará con representantes de 15 países de la región— ya ha iniciado. Desde el pasado 31 de octubre, Milton Morrison, como jefe de misión, junto a la directora del Observatorio Electoral de la COPPPAL, Mg. Dolores Gandulfo, han sostenido múltiples reuniones en Honduras, destacando el encuentro con la presidenta del CNE, Ana Paola Hall. De estas visitas ha surgido un informe preliminar de la observación electoral, cuya lectura recomiendo para comprender mejor el proceso en curso.
Adelante, líder Milton Morrison. Su participación como jefe de la misión electoral de la COPPPAL es fundamental para validar estos procesos democráticos, y especialmente este de Honduras, que se presenta particularmente complejo.
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