Puerto Rico se une a la pena que embarga al hermano pueblo dominicano tras la tragedia que recién ocasionó más de 200 muertes y cientos de heridos.
Sin embargo, llorar por las desgracias del pasado es la forma más segura de atraer otras, dijo William Shakespeare.
Bien ha reconocido el gobierno dominicano sus fallas al respecto de los baches en la inspección del edificio que ocasionó en desastre y pena.
Es tiempo de mirar camino al futuro. Este paso comienza con el desfile de demandas civiles que descansan en la falta de previsibilidad como causa del desastre.
De seguro el gobierno podría estar pensando también en responsabilidad criminal por la muerte de tantas personas desprovisto de aquello, previsivilidad. No importa el número de víctimas, la pena maxima es de dos años y la cuantía por responsabilidad civil tampoco es muy alta. Algo a revisar que igual podría ser considerados en ambos códigos.
Deseamos este nuevo paso que ahora involucra poder, traiga sabiduría judicial y profundo pensamiento y se inicie con la paz y sin egoísmos de los pudientes arropados en pena, justicia y equidad.
Es muy cierto aquello de "La verdad puede ser tenue, pero nunca se quiebra, y siempre emerge por encima de las mentiras" Don Quijote vive entre nosotros.
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