Con Gaza en el corazón. Por el fin del genocidio del pueblo palestino

Homenaje a un hombre serio, sencillo, invisible. Inolvidable. Sergio Figuereo Michel para nosotros Michel (macorisano hasta las trancas, tenía tatuado en su ADN la serie 23), leal amigo de mi padre, el doctor Antonio Zaglul, con quien se conoció en horas de tertulia acerca de sellos y monedas.
Falleció en silencio un hombre serio que sufrió el maltrato institucional más injusto y cruel por parte del Ministerio de Salud pública es una historia que se repite y repite como un círculo sin fin con los ciudadanos dominicanos.
El maltrato institucional constante, conozcan su historia.             

Miembros de los comandos se desplazan por la calle El Conde en los días de la Revolución de Abril .

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                      

Tomo prestado el título de la novela de la escritora española Rosa Montero para rendir homenaje a un hombre serio, sencillo, invisible. Inolvidable. Sergio Figuereo Michel para nuestra familia  Michel (macorisano hasta las trancas, tenía tatuado en su ADN la serie 23), leal amigo de mi padre, el doctor Antonio Zaglul, con quien se conoció en horas de tertulia acerca de sellos y monedas. Formaba parte de ese mundo macondiano de tertulias y conocimiento que era nuestra casa de Herrera, donde el saber, los archivos del doctor Zaglul, era el tesoro del conocimiento de todo tipo. No solo de ciencias biológicas se nutría mi papá: había de todo, desde antropología, filosofía y un amor por el conocimiento infinito. Todo lo que quería compartir y hablar llegaba a la lejana Herrera.

Michel, como le llamábamos, pasó de ser un visitante a parte de nuestra familia. Compartíamos de todo: preocupaciones políticas, intereses culturales y la cotidianidad de la vida del Caribe. Viajaba todos los días desde San Pedro de Macorís a la capital porque era funcionario de la Secretaría de Estado de Salud Pública, del departamento de Productos de Riesgo de Consumo.

Recuerdo, como si fuera ahora, cómo en 1997 me ayudó a cobrar mi primer cheque como médica pasante. Conocía todos los entresijos de la Secretaría de Salud Pública. Todos lo querían y conocía a todo el mundo.

Tenía dos hijos: un médico radiólogo que desde muy temprano emigró a Canadá con un currículo brillante y su hija menor, a la que llamó con los tres nombres de las hermanas Mirabal, precedido por el de su padre, Sergia Patria Minerva María Teresa, y la llamaba por todos siempre que se refería a ella, su amada hija.

Se definía como un serie 23, como un revolucionario, y fue miembro activo del Movimiento 14 de Junio, que participó en la Revolución de 1965 defendiendo a su pueblo de las fuerzas invasoras. También fue parte según nos contaba en las tardes de mecedora y fresco en la mítica terraza de Herrera del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) durante sus años de posgrado en Chile, aquel nefasto año de 1973, cuando el presidente Salvador Allende fue derrocado por un maldito golpe de Estado.

Sergio Michel también fue a Japón para perfeccionarse en el área de consumo y control de calidad de alimentos. Era un experto en la elaboración de la cerveza, puesto que realizó estudios de control de calidad y tenía una tesis con bases científicas muy sólidas sobre los beneficios y la protección que ejerce esta bebida en la prevención del cáncer.

Y, sobre todo, me ayudó en el año más duro de mi vida, 1996, cuando falleció el doctor Zaglul, a recopilar y clasificar más de tres mil quinientos artículos de periódicos que conforman el tomo segundo de Obras selectas del doctor Antonio Zaglul, relanzado por el Archivo General de la Nación con motivo de la conmemoración del centenario de su natalicio, en 2020.

Ese proceso artesanal fue un viaje al centro de las tertulias y las conversaciones con sustancia que tanto amaba mi padre. Tardamos muchos meses porque nos deteníamos a reflexionar sobre los temas y el conocimiento que nos transmitía. Pude transformar mi dolor en algo tan valioso y productivo como esos magníficos libros que contienen parte de los trabajos del doctor Zaglul, todo un legado para su adorado país…

Ese adorado país que maltrata a sus ciudadanos dándoles limosnas en lugar de derechos. Somos una masa acrítica que nos dejamos aplastar por la despolitización y navegamos en la más profunda de las ignorancias, todavía hoy, hoy más que nunca. Porque ni las Mirabal, ni los que participaron en el 14 de Junio se dejaron avasallar como lo hacemos ahora.

El maltrato institucional que sufrió Sergio Michel, como si de El proceso de Kafka se tratase, fue que falleció sin recibir su pensión, después de haber dedicado más de la mitad de su larga vida a la Secretaría de Estado de Salud Pública. Nada pudimos hacer ante la burocracia de un país extremadamente clientelista, donde más vale tener una cuña que estar bien formado académicamente y ser un profesional ejemplar.

Esta es también la historia de un trabajador honrado y muy preparado… olvidado, aplastado por una burocracia caníbal, clasista y excluyente que no tiene corazón, y menos razón.

Querido Sergio Michel: que la tierra te sea leve.

Clara Melanie Zaglul Zaiter

Doctora en Psiquiatría

Resido en Madrid de forma permanente desde 1999. Actualmente trabajo como Médica en la Consejería de Asuntos Sociales y Familia (COMUNIDAD AUTONOMA DE MADRID). Formada como Médica en UNIBE promoción 1996. Doctorada en Psiquiatría por la Universidad Complutense de Madrid 2001. Alumna del Doctor Juan José López Ibor y Juan Coullaut Jáuregui. Desde la Psiquiatría paso al estudio de la Demencia y el Deterioro Cognitivo Precoz. Experiencia profesional en el área de Demencias sector asistencial en grandes dependiente para las actividades básicas de la vida diaria por más de 20 años.

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