A veces nos es un poco difícil responder a la pregunta ¿qué es la radioafición?, o ¿qué hace un radioaficionado?, cuando la pregunta viene de una persona que nunca ha estado en contacto con el tema de forma directa o indirecta, pues encontrar las palabras para definirlo de forma clara, llana y entendible, a veces no es fácil. Por eso, en esta ocasión, trataremos de exponer que es la radioafición para los que no son radioaficionados.

Según uno de los modelos de ChatGPT, “la radioafición reúne a personas curiosas, comprometidas y con vocación de servicio, que desde sus hogares o estaciones móviles mantienen viva una forma de comunicación independiente, segura y solidaria”.

Lo cual es cierto, si buscamos una definición cercana y amistosa.

Según nuestro Reglamento, contenido en la Resolución del INDOTEL No. 129-2023, el radioaficionado es una “persona debidamente autorizada por el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (INDOTEL), que se interese en la radiotécnica con carácter exclusivamente personal, sin fines de lucro y que realiza con su estación actividades de instrucción, de intercomunicación y estudios técnicos”. Y el mismo Reglamento, nos dice que el servicio de radioaficionado tiene por objeto la instrucción individual, la intercomunicación y los estudios técnicos.

Lo cual es cierto, si buscamos la definición legal.

En definitiva, el radioaficionado es una persona autorizada por las autoridades competentes para operar equipos de radiofrecuencia con fines experimentales, educativos y recreativos, pero nunca comerciales. Utiliza diversas bandas del espectro radioeléctrico (que ya hemos explicado en columnas anteriores) para establecer comunicación con otras personas, ya sea a nivel local o internacional.

Aunque generalmente se considera un pasatiempo, la radioafición va más allá, implica el desarrollo de habilidades técnicas, la comprensión de fenómenos físicos como la propagación de ondas, y un profundo respeto por la ética en el uso del espectro.

La variedad de actividades que podemos realizar los radioaficionados es grande. Algunos nos especializamos en contactos internacionales, tratando de establecer comunicación con estaciones en todos los rincones del mundo. Otros disfrutan diseñando y construyendo sus propias antenas. También hay quienes participan en concursos internacionales de radio, donde se pone a prueba la destreza operativa, la velocidad de respuesta y el conocimiento técnico.

Más allá de lo técnico, los radioaficionados también se involucran en actividades sociales y comunitarias. Colaboran en la organización de eventos, actividades escolares, ferias tecnológicas y capacitaciones. Son promotores del conocimiento.

También, uno de los aspectos más admirables de la radioafición es su rol en situaciones de emergencia. Cuando ocurren desastres naturales o se interrumpe la infraestructura de telecomunicaciones, las estaciones de radioaficionados pueden funcionar de forma autónoma, sin necesidad de internet ni redes móviles. Esto las convierte en un recurso estratégico para enviar información, coordinar ayuda o mantener a las comunidades informadas.

En República Dominicana, los radioaficionados han sido claves en la respuesta ante fenómenos como huracanes, terremotos o tormentas tropicales. La red de radioaficionados se activa en coordinación con instituciones públicas y organismos de socorro, poniendo sus conocimientos y equipos al servicio de la población.

La radioafición también es un espacio para la formación técnica continua. Muchos ingenieros, científicos y profesionales en tecnología comenzaron su camino montando su primera estación desde casa, armando radios con piezas recicladas. La comunidad de radioaficionados promueve el aprendizaje autodidacta, la mentoría entre generaciones y la actualización constante sobre temas tan diversos como ciberseguridad, electrónica, satélites o redes digitales.

Además, la radioafición fomenta valores fundamentales como la disciplina operativa, la solidaridad, la paciencia y la responsabilidad técnica.

La radioafición es para todos: jóvenes, adultos, estudiantes, profesionales o jubilados. No se necesita experiencia previa, solo entusiasmo y voluntad de aprender. Las organizaciones como la SDRA y otros clubes, ofrecen espacios de formación, apoyo para obtener licencias, actividades grupales y una red de colegas dispuestos a compartir su experiencia.

Si alguna vez te ha interesado cómo funcionan las comunicaciones, si sueñas con hablar con personas de todo el mundo o si quieres adquirir habilidades técnicas con aplicaciones reales, la radioafición es una puerta fascinante. Te invitamos a conocer más en www.sdra.do y descubrir por qué esta práctica sigue más viva que nunca.

Santiago Mejía Ortiz

Radioaficionado

Abogado y profesor. Graduado de Derecho de la Universidad Iberoamericana (UNIBE) con especialidad en Derecho Aeronáutico y Aeroportuario y Derecho Societario. Es radioaficionado activo y actual presidente de la Sociedad Dominicana de Radio Aficionados Inc. (SDRA).

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