Para poder centralizar los documentos oficiales, reunir testimonios trascendentes del desarrollo de la sociedad dominicana para su manipulación histórica, fue una prioridad de la dictadura trujillista. Por eso, el 23 de mayo de 1935, fue creado el Archivo General de la Nación, mediante la Ley Núm. 912, en un edificio imponente que todavía a sus 90 años es impresionante.
Fue edificado expresamente a varios kilómetros del centro de la ciudad de Santo Domingo, en una zona aislada, que dificultara el acceso del pueblo en general y de los investigadores en particular, convirtiéndose en un almacén de documentos controlados por la dictadura trujillista, en una entidad burocratizada, en un búnker, teniendo en su historial a buenos intelectuales como directores, aunque algunos de ellos fueron saqueadores de documentos valiosos con toda impunidad.
Aún eliminada la dictadura, el A.G.N. siguió siendo un almacén de documentos de la historia dominicana, sin una visión de apertura al país, el cual era visitado solo por algunos historiadores y pocos visitantes muy esporádicamente, con ausencia significativa de maestros y ni pensar encontrar estudiantes buscando fuentes originales para sus seminarios o trabajos de tesis, a pesar de la riqueza bibliográfica y documental de esta institución.
El 28 de junio del 2000, mediante la ley 41-00, se transfirió el A.G.N. a la recién creada Secretaria de Estado de Cultura, pero a la falta de políticas históricas-culturales de Estado coherentes, hizo que en el 2008, mediante la Ley 481- 08, esta institución fuera definida como una entidad con su propia autonomía para una mayor libertad y para que pudiera desarrollar una visión de protección, recolección, preservación, revalorización y divulgación de la historia dominicana que destacara su riqueza documental, para que estuviera al servicio del pueblo en general y de los investigadores, pero en la realidad no sucedió, nada cambió, seguía prevaleciendo la visión tradicional de almacenamiento y aislamiento documental.
Con la designación de director del A.G.N. del profesor-historiador-escritor Roberto Cassá, el 16 de agosto del 2020, la institución ha sufrido una transformación total, pudiéndose redefinirse en un antes y un después, en cuanto a la misión y la conceptualización de lo que debe ser esta institución y de su papel en la sociedad dominicana hoy, cuando los archivos nacionales de los países son una necesidad y un desafío.
El A.G.N. se ha convertido en un espacio de conservación, investigación, revalorización, difusión, dejando de ser un almacén de documentos para ponerlos al servicio del pueblo, de los
Investigadores, de profesores y de estudiantes, democratizando su existencia, trascendiendo las paredes de su sede y trasladándose a los pueblos, donde ha sido valorado, recuperando la legitimización de la honradez con la confianza de que los documentos y objetos históricos entregados estarán resguardados y serán patrimonios del país.
Su modernización tecnológica ha sido uno de sus mayores aciertos; sus publicaciones y su distribución han sido el espacio de la recuperación bibliográfica más trascendente en su historia, con cientos de publicaciones para que lleguen al país y puesta en vigencia una política de facilitar las publicaciones a nuevos y jóvenes investigadores.
Precisamente ayer 17 de noviembre del presente año del 2025, ha sido inaugurada la décima segunda feria del libro, dedicada a la historia del folklore dominicano, esencia de la definición de nuestra identidad y expresión conceptual de la dominicanidad. Durante cuatro días se realizarán más de 40 actividades: talleres, charlas, conferencias, puesta en circulación de libros y la presentación de grupos folklóricos originales, como los Guloyas de San Pedro de Macorís, Eneroliza, la reina de las Salves y la Sarandunga de Baní.
En esta Feria del Libro dedicada a la historia del folklore dominicano se le rinde un reconocimiento al sociólogo y folklorista Dagoberto Tejeda, el cual ha aportado a la historia del folklore dominicano, entre otras cosas, lo siguiente:
· Más de 50 años dedicados a la recolección, revalorización, enseñanza y difusión del folklore dominicano, el cual tiene la responsabilidad de más de 20 publicaciones como autor y más de 30 como coautor sobre la cultura popular dominicana.
· Creador y director del Instituto Dominicano de Folklore (INDEFOLK).
· Ideólogo y uno de los fundadores del grupo de Nueva Canción Convite.
· Con José Francisco Peña Gómez, Milagros Ortiz Bosch y Fello Subervi, son los creadores del Desfile Nacional de Carnaval, el cual Dagoberto organizó durante cerca de 20 años y por más de ocho años es responsable de la dimensión organizativa técnica-conceptual del carnaval del Distrito Nacional.
· Propulsor del premio nacional Felipe Abreu de carnaval y del premio distrital Dr. Correa.
· Ideólogo y uno de los fundadores del Festival de Atabales de Sainaguá.
· Ideólogo y propulsor para la declaración por el presidente Hipólito Mejía de la consagración y celebración, el día 10 de enero, como Día Nacional del Folklore Dominicano, a solicitud formal del exministro de cultura, Tony Raful.
· Miembro de la Comisión Nacional de Carnaval.
Compartir esta nota