La convención sobre el crimen internacional destaca un tipo delictivo internacional conocido como terrorismo; esto se infiere del artículo 5 cuando dice: la conducta y los grupos delictivos organizados. Para comprender la gravedad de la criminalidad organizada transnacional, es preciso señalar la definición de "delitos graves" según la Convención de Palermo, que incluye a aquellos sancionados con penas privativas de libertad de al menos cuatro años, y el impacto sistémico de tales delitos.[1]
Recurriendo a uno de los más citados autores en materia de terrorismo, el académico Paul Wilkinson, el cual conceptualiza y caracteriza el terrorismo de la siguiente forma: "El terrorismo es una forma especial de violencia política". No es una filosofía ni un movimiento político. Es un arma o método que ha sido utilizado a lo largo de la historia tanto por Estados como por organizaciones subestatales para una amplia variedad de causas o propósitos políticos.
Esta forma especial de violencia política tiene cinco características principales: es premeditada y busca crear un clima de miedo extremo o terror; se dirige a un público u objetivo más amplio que las víctimas inmediatas de la violencia; implica inherentemente ataques contra objetivos aleatorios y simbólicos, incluyendo civiles; los actos de violencia cometidos son vistos por la sociedad en la que ocurren como fuera de lo normal, en el sentido literal de que violan las normas sociales, lo que provoca indignación; y el terrorismo se utiliza generalmente para intentar influir en el comportamiento político de alguna manera.
Hay varios ejemplos, para obligar a los oponentes a ceder en algunas o todas las demandas de los perpetradores, para provocar una reacción exagerada, para servir de catalizador para un conflicto más general o para dar publicidad a una causa política o religiosa, para inspirar a los seguidores a emular ataques violentos, para dar rienda suelta al odio profundo y la sed de venganza, y para ayudar a debilitar a gobiernos e instituciones que los terroristas consideran enemigos.
Combatir el crimen organizado transnacional requiere cooperación internacional y nuevos instrumentos jurídicos adaptados al contexto global
El terrorismo es extensivo y puede abarcar a todos los tipos de sociedades, sin importar su nivel económico o desarrollo social; países como Noruega, Suecia e Islandia lo han sufrido, así como importantes países de Europa y los Estados Unidos.
El terrorismo global y sus manifestaciones
La percepción pública tiene una construcción de países muy pobres o asilados; sin embargo, no es así. El terrorismo, como fenómeno global, puede extenderse a disímiles rincones planetarios. El trabajo de Jon Kåre Skiple, Jacob Sohlberg, Lucas Campo, Hulda Thórisdóttir titulado: Percepciones públicas de lo que califica como terrorismo en países similares con diversas experiencias de terrorismo; ellos dicen lo siguiente: Noruega, Suecia e Islandia son países vecinos que tienen diversas experiencias con el terrorismo.
Un extremista de derecha usó explosivos y armas para matar a decenas de noruegos y un fundamentalista islámico usó un camión como arma para matar suecos. Mientras tanto, los islandeses no han experimentado el terrorismo en absoluto. ¿Qué papel, si es que lo hay, tienen estas experiencias en lo que el público define como terrorismo? Basándonos en teorías que enfatizan las similitudes en los entornos mediáticos y la cultura entre los países, examinamos las hipótesis preregistradas de que ciertas características de la violencia política conducen a definiciones compartidas de terrorismo.
El terrorismo es una forma especial de violencia política que busca generar miedo extremo y alterar el comportamiento social
Los resultados de los experimentos de la encuesta muestran un amplio consenso nórdico sobre el terrorismo, lo que demuestra la importancia de la violencia, un alto número de víctimas, el extremismo de derecha y los incidentes motivados por el cambio de política y el odio. Nuestros hallazgos tienen implicaciones prácticas para predecir cuándo las sociedades probablemente percibirán los incidentes violentos como terrorismo y, por lo tanto, si serán receptivas a la etiqueta asignada por los medios o las autoridades.
Una mirada al índice global de terrorismos nos muestra unas cifras importantes del fenómeno: el examen de la duodécima edición del Índice Global de Terrorismo (GTI), que ofrece un resumen completo de las principales tendencias y patrones mundiales del terrorismo durante la última década.
En 2024, por primera vez en siete años, la situación empeoró más que mejoró, con 45 países que informaron un mayor impacto del terrorismo, mientras que solo 34 mostraron una mejora.
Siendo un fenómeno multicausal, se requerirá cooperación internacional y nuevos instrumentos para combatir este problema que afecta a la Sociedad Internacional.
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