Cuando yo era niña, un tío político muy orgulloso de su condición de capitaleño me dijo que a él le habían enseñado que los mocanos eran gente muy brava. Todos estos años después, veo que ese estereotipo tiene base en la cual sustentarse, sobre todo si consideramos ciertos acontecimientos alrededor de la figura de Juancito Rodríguez a quien, durante el fin de semana pasado y a dos semanas de cumplirse sesenta y cinco años de su fallecimiento, la República Dominicana le hizo un lugar de honor.

Nacido en Estancia Nueva, Moca, este empresario hizo fortuna ganadera y agrícola durante los primeros cuarenta y cinco años del siglo veinte, para luego dedicar los últimos quince años de su vida (de 1945 a 1960) a la causa de la erradicación del régimen dictatorial al que estaba sometido el país.

Juancito-Rodriiguez-en-su-quinto-anTHo-de-exilio-junto-a-Mauricio-Baiez-y-a-su-hija-Pucha-
Juancito Rodríguez, en su quinto año de exilio junto a Mauricio Baìez y a su hija Pucha

Él tenía visión a mediano plazo, lo que le permitió concebir la creación de riquezas basadas en el cultivo del cacao y de la cría del ganado vacuno, iniciativas ambas que toman varios años antes de rendir grandes beneficios.  También tuvo paciencia y constancia en su convicción de que el régimen político instalado en 1930 debía ser abolido.  Llegó a tal conclusión cuando todos los diputados (él era uno de ellos) fueron conminados a firmar una carta acusatoria y que a él le parecía infundada contra Miguel Ángel Roca.  Solo Elías Brache Viñas y él se negaron a someterse a esa imposición.  Sobre el momento no emitió más queja, sin embargo, en privado le manifestó a su familia que era necesario esperar el final de la Segunda Guerra Mundial antes de actuar. Sabía que un plan de esa naturaleza necesitaría apoyo internacional y sobre todo de los Estados Unidos, lo que efectivamente llegó (aunque a él no le tocó verlo).

Desde su salida del país invirtió dinero y esfuerzos en derrocar el régimen.  Financió y participó en expediciones armadas contra la tiranía lo que le valió que varios de sus familiares fueran apresados, muchas de sus tierras fueran usurpadas y su ganado fuera diezmado. Todos estos sacrificios les fueron reconocidos en las ceremonias que se celebraron en su honor el viernes 7 y sábado 8 de noviembre y que incluyeron exhumación de los restos, engalanados con dos momentos de guardia de honor: una en Moca y otra en el Palacio Nacional por parte del presidente y siete ministros para finalmente ser trasladados al Panteón Nacional.

Eduardo Estrella, Ito Bisonó, Franklin García y Mayra Jiménez haciendo guardia de honor

En otro lugar mencioné que la iglesia donde se le ofrecieron guardias de honor y la misa, la del Sagrado Corazón, es en sí misma una muestra de orgullo y resistencia ante la tiranía.  Artagnan Pérez Méndez elaboró un documento sobre el proceso de su construcción y allí aprendemos que, contrario a los usos de la época, ella fue enteramente pagada por mocanos que pusieron un punto de honor en mandar a importar órgano, vitrales y esculturas desde Italia. Quizás apreciar esta visible mezcla de búsqueda de calidad y belleza en la devoción tuvo un impacto en la psique de Nicolás de Jesús López Rodríguez, que, de hecho, es sobrino de Juancito Rodríguez por la vía materna.

Cuando hace unos años trabajaba las notas autobiográficas que dejó María Mercedes Rodríguez Vásquez (la menor de las hijas de Juancito), me enteré de que su primo hermano Antonio De la Maza Vásquez era el gobernador de Moca cuando ella y el hermano de su padre estuvieron bajo arresto domiciliario por el crimen de ser parientes de Juancito. Todos los dominicanos conocemos el rol decisivo que tuvo después ese otro mocano en el ajusticiamiento del tirano. Moca es, definitivamente, tierra de gente brava.

Jeanne Marion Landais

psicóloga y escritora

Jeanne Marion-Landais cuenta con una experiencia profesional importante en el mundo financiero y diplomático. Ha vivido en Estados Unidos, Francia y República Dominicana y su mirada al mundo está permeada por sus vivencias en estos países. A título voluntario colabora desde el 2014 con El Arca, asociación en torno a la discapacidad intelectual. Es madre de dos hijos.

Ver más