¿Para qué sirve ese edificio de dos pisos pintado de amarillo, situado frente al malecón del Centro de los Héroes, en amplio solar para inútiles espacios de estacionamiento? ¿Para qué sirve ese amplio espacio de dos pisos, que no sea para bostezar de aburrimiento? ¿Para qué sirve lo que fuera la más importante conquista gremial de los periodistas dominicanos, al cabo de décadas de demandas y protestas? ¿Para qué le sirve a esta profesión, hoy invadida por profesionales de la mentira e inventores de los peores entuertos chantajistas?… Eso, el Colegio Dominicano de Periodistas (¡Qué triste es confesarlo!), no sirve para nada.

Ramón Colombo

Periodista

Soy periodista con licenciatura, maestría y doctorado en unos 17 periódicos de México y Santo Domingo, buen sonero e hijo adoptivo de Toña la Negra. He sido delivery de panadería y farmacia, panadero, vendedor de friquitaquis en el Quisqueya, peón de Obras Públicas, torturador especializado en recitar a Buesa, fabricante clandestino de crema envejeciente y vendedor de libros que nadie compró. Amo a las mujeres de Goya y Cezanne. Cuento granitos de arena sin acelerarme con los espejismos y guardo las vías de un ferrocarril imaginario que siempre está por partir. Soy un soñador incurable.

Ver más