Sí, ya sabemos que a todos nos falta una tuerca y que la locura anda "desparramada" por todas partes. ¿No sería conveniente comenzar a aplicar "esa inteligencia" que el Señor del universo nos ha brindado?
Los dramas interminables de la vida surgen, surgieron y surgirán, así usted sea la estrella o el hijo más querido de papá Dios. ¿Son inevitables? Yo me atrevería a decir que, apartando el capítulo final de enfermedad y muerte, sí.
Usted solo tiene que aprender a observar, callar y opinar en "buen modo", a ver. ¿Cómo sería eso de "buen modo"? Muy fácil, transfórmese en ese ser agradable que a todo le ve "sentido"… ¿Sigue sin entender?
Vamos a tratar de explicarnos lo "más sensato" posible en este latido. Si ya usted sabe, eso que dije de la locura y de que los dramas surgirán, de una forma u otra, tenga usted que ver o no, relájese y siéntase cómodo desde esa butaca de cine que le ha "ofrendado" la vida.
Usted no tiene que hacer nada, les llegarán solitos uno a uno. El amigo, la pareja, la familia o cualquier elemento terrenal que se interponga en su camino. Le hablarán de "esto o lo otro" y usted responderá desde "una perspectiva positiva", sabiendo de antemano que, cualquiera que sea "el asunto", es parte "intrínseca" de la tierra.
Me engañaron, se me murió fulano, cometieron calumnias, estoy sin dinero. ¡En fin! Cualquiera de las cuchumil "vainas" predestinadas a jodernos a nosotros, los seres humanos, que llegamos tan "entusiasmaditos" a la vida y nos la van poniendo fea en el trayecto.
Sonría y hágale saber, al que tenga enfrente, que estamos "jodidos" desde antes de nacer y que nadie nos advirtió que saldríamos ilesos y sin rasguños ante los dramáticos instantes de la vida.
Hacernos "herméticos" a los imprevistos y cultivar el estoicismo para elevar el espíritu y los desalientos. Por cierto, hablando de "estoicos", Séneca decía: "La felicidad es aprender a vivir la vida tal como viene". Zenón de Citio planteaba: "Conquistarás al mundo al conquistarte a ti mismo".
Y así, podríamos navegar en razonamientos dichos desde el siglo III antes de Cristo, para descubrir que "el secreto" de nuestra "habilidad emocional" radica en la "aptitud" que asumamos ante "las locuras y los locos" de la tierra.
Sigamos: "Es hora de darte cuenta de que tienes algo más poderoso y milagroso que las cosas que te afectan y no te hacen bailar como un títere". Marco Aurelio. Y para no llenar este latido de frases, aquí les dejo la última: "Lo increíble es que cada día podemos escoger la aptitud que adoptaremos". De Charles Swindoll.
Vamos a ir concluyendo: la mejor herramienta que tiene la consciencia es "que está consciente" y entonces aplica el bienestar hacia todas las cosas. Pero. ¿Cómo se puede hablar de bienestar ante las pérdidas que sufrimos? La respuesta es que nadie pierde lo que nunca fue suyo.
Ni tu casa, ni tus posesiones, ni tu familia primera, ni la segunda, ni la tercera. Nadie estará para siempre, ni siquiera tú mismo, en esta "cualidad" humana. Fuimos diseñados para existir, aprender y disfrutar, pero también para "transformar" sus contrarios.
Esa transformación te toca aprenderla a ti solito, con base en la aptitud que adoptarás a través de "la compasión" y la paciencia, ante tantas almas perdidas en busca de consuelo. Serás "el mediador de consuelos" con tu habilidad emocional.
Por cierto, el último paciente que tuve, se me metió de repente con ¡to! Y bicicleta al estudio. Se sentó cómodamente en el sofá, con un tufo alcoholado, y se presentó como un "exrecluso", con 23 años en la cárcel.
Cuando iba por el quinto muerto de sus historias, le dije, decentemente, por supuesto: "Tienes que irte ya, porque me acaba de llamar la policía. Soy el jefe del departamento de crímenes y parece que "el sexto" lo acabas de matar ahorita… Vuelve mañana para que me des los detalles…
Y así me voy deshaciendo de mis locos, entre la sátira y el humor. Ya deje de tomarse las cosas tan en serio y fórrese de una armadura imaginaria. La vida terminará de matarnos de todas maneras y usted será el último en darse cuenta.
Cuando despierte del sueño para entrar en otro, verá lo frágil y hasta pendejo que fue, por haber sufrido por "cosas" que "nunca existieron"… cosas que hoy todavía andan latentes y acechándole con un palo, desde cualquier esquina obscura.
Así que acabe de prender "esa lámpara" para que la luz le ilumine el camino y su habilidad emocional pueda llevarlo "ileso" a la "otra orilla del río". Se los dije desde el principio. Aquí estamos locos to! ¡Salud! Mínimo Emocionero… como que escribí demasiado hoy… ¡Salud otra vez!
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