El Estado debe fomentar la creación de plantas industriales que transformen los Residuos Sólidos Urbanos (RSU) en energía eléctrica. Este tipo de proyectos permite, además de generar energía limpia, separar materiales reciclables que pueden comercializarse para cubrir parte de los costos operativos.
La República Dominicana lleva años enfrentando una guerra constante contra la basura. A pesar de los esfuerzos municipales y comunitarios, seguimos rodeados de vertederos improvisados, calles sucias, focos de contaminación y enfermedades prevenibles. Este problema ambiental y de salud pública no se resolverá con soluciones aisladas: necesitamos una política nacional firme y sostenida para ganarle definitivamente la guerra a la basura.
Esta política debe tener como objetivo la eliminación progresiva de todos los vertederos, la protección de nuestras fuentes de agua, la reducción de enfermedades derivadas del mal manejo de los residuos, y con ello, una disminución real del gasto público en salud y una mayor protección del medio ambiente.
Pero el cambio empieza desde la base: la educación. Es urgente una campaña educativa permanente que llegue a todos los rincones del país, desde las escuelas primarias hasta las universidades, pasando por los medios de comunicación tradicionales y las redes sociales. El manejo adecuado de los residuos debe convertirse en parte esencial de la formación ciudadana, enseñando a clasificar la basura en metales, plásticos, vidrio, papel y materia orgánica desde temprana edad.
Los medios escritos, la radio, la televisión y las plataformas digitales tienen la responsabilidad de apoyar esta causa, no solo como un deber cívico, sino como un compromiso con el futuro del país. Su papel es clave para cambiar mentalidades y crear conciencia colectiva.
¡No te pierdas las noticias destacadas de Acento!
Suscríbite a nuestro newsletter y recibe las historias más importantes del día.
Además, el Estado debe fomentar la creación de plantas industriales que transformen los Residuos Sólidos Urbanos (RSU) en energía eléctrica. Este tipo de proyectos permite, además de generar energía limpia, separar materiales reciclables que pueden comercializarse para cubrir parte de los costos operativos. Es una solución integral: se reduce la basura, se genera energía, se crean empleos y se protege el medio ambiente.
Ganar esta guerra requiere visión, voluntad política y colaboración de todos los sectores: el gobierno, las empresas, las comunidades y cada ciudadano. Transformar la basura en una oportunidad es posible, y el momento de actuar es ahora.
José Ramón Acosta Pujols es Ingeniero Electricista del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey y Master of Science in Electrical Engineering de Ohio State University. Ha participado en diversos cursos, seminarios y talleres sobre temas técnicos, regulatorios, gerenciales y administrativos relacionados con su carrera. Desde 1975 trabaja en el sector eléctrico. Fue Jefe del Departamento de Recursos Energéticos del Instituto Dominicano de Tecnología (INDOTEC) y asesor del Banco Central en asuntos energéticos en el Departamento de Estudios Económicos de esa institución, en el período de 1975 a 1979. En 1979 fue designado por Decreto Presidencial Secretario Ejecutivo de la Comisión Nacional de Política Energética. Organizó y dirigió esa institución desde junio de 1979 hasta junio de 1985. En ese período fue miembro Ex Oficio del Consejo de Administración de la Corporación Dominicana de Electricidad, presidió por un año la Junta de Expertos de la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE) y fue miembro de un Comité de Energía Ad Hoc de CEPAL. Desde 1985 al 2003 ejerció la profesión de manera independiente. Desde el 2003 hasta noviembre del 2020 laboró para la Superintendencia de Electricidad (SIE) en varias posiciones: Asesor del Consejo SIE (2003 - 2005), Director del Mercado Eléctrico Minorista (2005-2012) y desde octubre 2012 hasta noviembre del 2020, como Director de Regulación. Es Miembro de Número de la Academia de Ciencias de la República Dominicana en el capítulo de ciencia y tecnología. Por sus contribuciones en el sector energético en 1982 recibió el reconocimiento de Joven Sobresaliente concedido por Jaycees 77. Ha sido coordinador de programas de asistencia técnica para el sector energético financiados por el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), USAID y OEA. Ha realizado investigaciones y estudios especiales sobre el sistema eléctrico dominicano y las energías renovables publicadas local e internacionalmente. Ha impartido seminarios, talleres y dictado charlas y conferencias en el país y en el extranjero. A nivel académico ha sido profesor de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, la Universidad Autónoma de Santo Domingo, el Instituto Tecnológico de Santo Domingo, la Universidad Pedro Henríquez Ureña y FUNGLODE. Le interesa la protección del medio ambiente y los recursos naturales. Es presidente de la Junta de directores de FLORESTA Incorporada, tesorero de la Junta Directiva de PRONATURA.