La economía dominicana ha experimentado transformaciones significativas en la década comprendida entre 2015 y 2025, con un desempeño variable en los sectores que generan divisas. Este análisis, basado en datos del Banco Central de la República Dominicana (BCRD), evalúa la evolución de la cuenta corriente, la balanza comercial (exportaciones e importaciones), el turismo, las remesas familiares y la inversión extranjera directa (IED), considerando tendencias históricas y proyecciones personales para el año 2025.
Cuenta Corriente: El saldo de la cuenta corriente ha mostrado un deterioro progresivo desde 2019, alcanzando su punto más crítico en 2022 con un déficit superior a los USD 6,000 millones. La proyección para 2025 indica que, aunque el déficit continuará, su ritmo de crecimiento podría moderarse debido al incremento de las remesas y el crecimiento del turismo. No obstante, la brecha comercial sigue representando un reto estructural para la economía dominicana.
*Proyección
Balanza Comercial: Exportaciones e Importaciones: Las exportaciones han mantenido una trayectoria ascendente, impulsadas por el crecimiento de las zonas francas, la minería y la agroindustria. Sin embargo, las importaciones han crecido a un ritmo superior, generando un déficit comercial persistente. En 2024, las importaciones superaron los USD 30,000 millones, mientras que las exportaciones apenas superaron los USD 13,800 millones. Para 2025, se prevé que las exportaciones continúen en aumento, pero sin estar cerca cerrar la brecha con las importaciones, lo que mantiene la presión sobre la cuenta corriente.
*Proyección
Turismo: El turismo ha sido uno de los sectores más resilientes y con mayor impacto en la recuperación económica post-pandemia. Tras la caída abrupta en 2020, el sector ha experimentado un crecimiento sostenido, alcanzando niveles récord en 2024 con ingresos superiores a los USD 10,000 millones y proyectando un crecimiento adicional en 2025. La diversificación de la oferta turística y las mejoras en infraestructura han sido clave para este repunte.
*Proyección
Remesas Familiares Las remesas han mostrado un crecimiento constante desde 2015, con un aumento significativo entre 2020 y 2021, alcanzando niveles cercanos a los USD 11,000 millones en 2024. Aunque la tasa de crecimiento se ha moderado en 2023 y 2024, se espera que en 2025 se mantengan en niveles elevados. Este flujo de divisas ha sido fundamental para el consumo interno, la reducción de la pobreza y la estabilidad macroeconómica del país.
*Proyección
Inversión Extranjera Directa (IED): La IED ha mostrado un comportamiento positivo, con algunos altibajos entre 2017 y 2020, pero con un repunte desde 2021. En 2024, la inversión extranjera superó los USD 4,500 millones, con proyecciones de crecimiento continuo para 2025. Este dinamismo refleja la confianza de los inversionistas en la economía dominicana y la efectividad de las políticas de atracción de capital implementadas por el gobierno.
*Proyección
El análisis del período 2015-2025, basado en datos del BCRD, muestra una economía dominicana con fortalezas en sectores clave como el turismo, las remesas y la inversión extranjera directa, pero con desafíos estructurales en la cuenta corriente y la balanza comercial. Para mejorar el desempeño de los sectores generadores de divisas, es crucial:
- Continuar con diversificar la oferta exportadora, promoviendo la industrialización (los semiconductores) y la transformación de materias primas en productos de mayor valor agregado.
- Reducir gradualmente la dependencia de importaciones mediante incentivos a la producción local.
- Continuar fortaleciendo la competitividad del sector turístico y ampliando su impacto en la economía nacional.
- Incentivar el ahorro e inversión de las remesas en sectores productivos, como la vivienda y el emprendimiento.
- Continuar Fomentando un clima favorable para la inversión extranjera mediante estabilidad macroeconómica, mejoras regulatorias y fortalecimiento institucional.
Un enfoque estratégico en políticas de desarrollo contribuiría a una mayor estabilidad y crecimiento sostenible en los próximos años. El futuro económico del país dependerá de la capacidad de consolidar estos sectores y reducir las vulnerabilidades en el sector externo.
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