El contexto de desarrollo de las teorías visuales promete en el momento actual un reconocimiento de las diversas prácticas de trabajo en torno a la visualidad. Esta visión integralista de los medios o mediaciones visuales, invita a una búsqueda orientada en cuanto a las probabilidades de la fotografía, la pintura, la televisualidad, la telerrealidad, las diversas escrituras creativas y virtuales, la construcción audiovisual específica, la nueva arquitectura y sus imágenes, así como el arte instalativo y otras mediaciones.
Dentro del modelo cognitivo del lenguaje, la comunicación, el cerebro, el pensamiento y lo real intervienen aspectos y elementos que pueden ser reconocidos por la creatividad y sus efectos. Las diversas corrientes de representación visual adquieren su valor iconográfico mediante la publicidad, la propaganda, la visión de las imágenes en redes, los campos de fuerzas de la audiovisualidad como interacción y práctica discursiva multiplicable y otros puntos de interés y manifestación comunicativos.
Las búsquedas visuales aseguran hoy un desarrollo de modelos hipertextuales que son articulados por iconogramas, semiogramas, espacios de fluencias narrativas, sistemas indiciarios de pensamiento o pensamientos visuales, secuencias icónicas contextualizadas, así como otros modos y fórmulas creacionales reconocidas en el sistema biocomunicativo actual. La nueva ecología de las imágenes a partir de Abraham Moles (1973) y Gregory Bateson (1972), participa de diversas extensiones cibernéticas apreciables en los diferentes experimentos comunicativos, psicológicos y estético-visuales.

La teoría actual de las artes visuales implica una investigación en torno a los diversos lenguajes códigos y espacios de representación de lo visual como de los diferentes tipos de visualidades. A partir de los años 80 y 90 los estudios visuales suponen y a la vez implican un marco epistémico interdisciplinario y metadisciplinario. (Ver, Georges P. Landow, Hipertexto 3.0, 1992). Conocer, reconocer y analizar la productividad o productividades visuales concentradas, conduce al entendimiento de un nuevo saber artístico-visual, pero también, nuevos propósitos en torno a los diferentes campos de producción de las imágenes.
El contexto crítico y sobre todo el debate de las diversas teorías y prácticas sobre el hecho visual participan hoy de campos científicos, académicos, publicitarios y creacionales que parten de aquella dialéctica de la imagen fija, la imagen móvil y de los nuevos procesos de mezcla o combinación de imágenes. Los estudios visuales constituyen en la actualidad un recorrido con variados soportes técnicos, artísticos, expresivos e imaginarios. Lo que quiere decir que la visualidad o las visualidades, conforman una concepción especial de trabajo y estudios modales experimentales.
Todo lo anterior se fundamenta en el argumento tendente a la investigación o búsqueda y a la reflexión sobre las formas artísticas y visuales contemporáneas, así como en los diversos fenómenos y mecanismos de producción de imágenes visuales. El ámbito de los estudios visuales, temporalidades, tópicos o espaciamientos (ver, José Luis Brea: Las tres eras de la imagen, Akal, Madrid, 2010). El libro plantea hoy un análisis estructural, comunicativo, significativo y pragmático, por cuanto el artista y el receptor o consumidor de imágenes crean una relación, y en muchos casos un contrato simbólico donde la forma de la expresión y la forma del contenido motivan la realidad o el imaginario de la lectura visual.
Se trata, en los términos especiales, de una ciencia de las imágenes que interroga y a la vez da cuenta de una movilidad interdisciplinaria y transdisciplinaria (el cine, video y la performance audiovisual) que operan como campo de trabajo y manipulación de las imágenes vinculadas. Los diversos repertorios iconográficos que resultan de la construcción de mundos visuales, participan también de un proceso de significación, intersignificación y metasignificación. Este proceso alude al modo, la relación y la búsqueda de los significados, pero también de los ejes mismos de producción significativa de las imágenes visuales.
Los numerosos centros de investigación, tratamiento, recuperación y estudio o estudios particulares de las imágenes y de lo visual pueden dar cuenta hoy de variadas explicaciones, pero también de efectos, incidencias parciales y generales o motivaciones psicosemióticas de lo visual, lo material y lo formal de las imágenes. Es por eso que los estudios visuales en la llamada Era de la globalización imponen requisitos o requerimientos epistemológicos para nuevas lecturas y metalecturas que a su vez implican una revisión de los estudios relativos a lo visual, la visualidad, lo visto y lo legible.
La mayoría de artistas y productores de las primeras vanguardias y la postvanguardia asimilan y promueven o defienden teorías en torno a las artes visuales. Los elementos prácticos o sistemas direccionales surgentes en dichas experiencias se convierten en direcciones teóricas, críticas y estéticas de la contemporaneidad, así como de las diferentes artisticidades.
Desde el comienzo del Siglo XX el dadaísmo, el constructivismo, el supramatismo, el surrealismo y otras direcciones vanguardistas influyeron hasta hoy en lo que es el pensamiento, la teoría y los fundamentos de la expresión artística y contemporánea. El hecho de que toda obra de arte siendo en lenguaje se reconoce como experiencia de sociedad y conduce a la vida de las imágenes, esto es, a una interpretación y a una comprensión de lo que es la comunicación artística y los diversos grados o niveles de la significación estético-artístico.
Teoría y lenguaje están, pues, presentes en todo lo que es la productividad artística contemporánea, de tal manera que las artes visuales van constituyendo, en su desarrollo, una experiencia transgresora de los diferentes procesos de producción y reflexión en torno al arte, pero a la vez en torno a lo que es la subjetividad en el arte contemporáneo.
El argumento teórico, estético y crítico que apoya la experiencia práctica y reflexiva del arte conduce a entender un conjunto de espacios visuales integradores y genéricos (pintura, fotografía, escultura, instalaciones, dibujo y otros) que, ligados entre sí construyen nuevos lenguajes de significación y nuevas visiones creacionales.
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