Es muy común oir expresiones como “el imperialismo tal…” o “ese es un país imperialista” y se entremezclan en el concepto mansos y cimarrones. Hoy quiero establecer diferencias entre lo que es un imperio de un Estado imperialista y establecer un nuevo concepto de “Imperio federativo”.

Si acudimos a los diccionarios y sobre todo, al que más a la mano tenemos (Wilkipedia) leeremos que un imperio es un conjunto de varios estados o territorios gobernados o regidos por un gobernante o por una clase dominante que por lo general conforma una oligarquía. Muchas veces, el imperio es el resultado de la conquista de un pueblo o nación sobre otras que una vez conquistadas son absorbidas cultural, económica y políticamente conformando una unión de naciones y etnias en la diversidad. Los imperios, por lo general, emergen con vocación territorial expansionista aunque con intenso carácter integracionista, es decir: inclusivo no exclusivo. Esta cualidad es, precisamente, la principal característica que lo diferencia del Estado Imperialista.

Estados Unidos de Norteamérica y los estados imperiocolonialistas de Europa son estados expansionistas no integracionistas con clara vocación depredadora de los recursos naturales de los territorios conquistados, ya sea políticamente o militarmente. En el caso de los estadounidenses lo podemos apreciar claramente: absorben en su seno a pedazos de naciones, pueblos y países en un medio rebosante de discriminación y segregación con un marcado racismo medular. Un estado agresivamente depredador intimidando y extorsionando a otras naciones y países que caen bajo su influencia política sin el más mínimo interés por desarrollar sus potencialidades económicas ni tecnológicas. En el caso de los estados imperialistas europeos, que, aunque dentro de sus fronteras asumen políticas incluyentes, fuera de éstas, se comportan igual o peor que los estadounidenses sumiendo a los países que colonizan o someten, en la más rampante pobreza mientras le roban sus recursos naturales multimillonarios.

Por otro lado está el Estado Federativo Imperial o Imperio Federativo. Una federación es un conjunto de estados, pueblos o regiones que de manera voluntaria componen un gran estado manteniendo, cada uno, sus características que lo definen como tales y gozando de autonomía armonizando con los lineamientos generales de la federación.

Existen Estados Federativos Imperiales o Imperios Federativos y el mejor ejemplo de ello es la Federación Rusa. Y por qué decimos que es un imperio federativo? Pues por su formación histórica: la actual Federación Rusa es la herencia del gran imperio ruso forjado desde Iván “el Terrible” hasta Catalina “la Grande” y de la reciente extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. El Imperio Ruso al igual que el Romano, el Mongol, el Otomano, entre otros, tuvieron ese carácter incluisonista de no exterminar a los conquistados sino de darles la oportunidad de que se integraran.

Sin embargo, a menudo oímos y leemos expresiones que tildan a la Federación Rusa como un estado imperialista (la llaman imperio, pero queriendo tildarla como estado imperialista) y es lo más incierto e injusto que se pudiera nombrar. Producto de la Gran Guerra Patria liberada en la II Guerra Mundial contra el imperialismo fascista nazi alemán, Stalin se vió obligado a imponer un “colchón” de protección de la Unión Soviética en lo que luego fue nombrado como los países dentro de la “Cortina de Hierro” para, precisamente, proteger las fronteras del país de los soviets amenazada desde antes de culminar la II Guerra Mundial con la rendición de Alemania por las pretenciones de Churchill de atacar a la gran unión euroasiática (la llamada “Operación impensable”). Luego, la Unión Soviética nunca agredió a otro país para depredarlo y sumirlo en la pobreza. Sí intervino a petición de sus aliados políticos por solidaridad, sin ambiciones territoriales ni de otro tipo.

Hoy la Federación Rusa tiene 12 bases militares fuera de sus fronteras, mientras la OTAN tiene más de 300 bases militares en 102 países de las cuales son, en su mayoría, estadounidenses. Pero, lo que no se dice es que en aquellos países en donde existen bases o instalaciones militares o de inteligencia rusa, éstas van acompañadas de progreso tecnológico en favor del desarrollo económico de los mismos.

Lo que hoy acontece en Ucrania es, literalmente, una guerra civil, dado que los ucranianos y rusos son un mismo pueblo, ya hemos escrito sobre el origen de la nación rusa. Grupos ultranacionalistas e independentistas pro nazis, azuzados por los servicios de inteligencia ingleses y estadounidenses, aprovechando la separación de Ucrania de la URSS en el 1991 en donde quedaba un vacío de poder, inestabilidad política y desorientación penetraron la sociedad ucraniana y con la utilización mediática de los medios informáticos fueron creando los cimientos neofascistas dando como resultado el golpe de Estado del Maidán en el 2014 en donde un gobierno democráticamente elegido y considerado “pro ruso” por la Unión Europea, fue derrocado para colocar otro gobierno fascista pro nazi caracterizado por una tendencia sumamente agresiva antirusa que desató una guerra civil entre rusoparlantes y ultranacionalistas apoyados por occidente.

La prensa occidental ha ocultado el genocidio llevado a cabo por el ejército fascista de Kiev contra las provincias del Este ucraniano conocidas como el Donbass. Miles de ciudadanos ucranianos rusoparlantes fueron y aún son asesinados por los bombardeos a la población civil por parte del ejército genocida de Kiev, armado y sostenido por la OTAN y sobre todo los los estadounidenses.

La Federación Rusa, en su “Operación Militar Especial” lo que ha hecho es intervenir en defensa de sus ciudadanos ya que todo ruso parlante ucraniano se considera ciudadano ruso y los lazos afectivos entre rusos y ucranianos han existido desde tiempos ancestrales y millones de familias tienen miembros en ambas partes, por eso los soldados rusos al hablar sobre sus contrarios se refieren a ellos como “nuestros hermanos equivocados”.

Otro punto que se deriva de la propaganda enajenante de occidente en contra de Rusia y todo lo que huela a ella es lo concerniente a que esta es una guerra del Presidente Putin y nada más equivocada que esta aseveración. Vladimir V. Putin es el Presidente de la Federación Rusa, pero quien decide el devenir de esta guerra es la Duma Estatal rusa o Asamblea Federal Rusa, claro que el Presidente del Estado tiene ciertas prerrogativas, pero en definitiva, es un poder conjunto cuyas decisiones no se toman de manera personal.

La vocinglería enajenante pro fascista o pro occidental, que casi es lo mismo, más algunas voces de ex-izquierdistas trasnochados y motivados, quizás, por rencores insignificantes que aclaman equivocadamente la derrota de Rusia, serán derrotados al igual que las hordas neo-fascistas que ya sucumben en territorio ucraniano.

Contrario a sus enunciados, la economía rusa se ha revitalizado y ahora Rusia pasa a convertirse desde un país exportador de materias primas a productor y exportador de materias procesadas y elaboradas, es dedcir, con valor agregado. Toda Rusia experimenta una revolución industrial de la pequeña, mediana y gran industria y al pueblo ruso se le abastece de todos los productos a que se habían acostumbrado después de la caída de la Unión Soviética. Bienes de consumo del día a día que eran provenientes de occidente ahora son de producción rusa y según la gran mayoría del ruso de a pié dice que son mejores o que le gustan más. La industria de electrodomésticos no tiene nada que envidiarle a los fabricados en occidente y ni hablar de la industria pesada como es el caso de los automóviles. En youtube se puede apreciar las fábricas de modernísimos automóviles Lada, Moskovich y otras marcas en desarrollo, incluyendo automóviles completamente eléctricos con un rango de 450 Kms con una sola carga.

Señores vocingleros, la vida no se detiene en el pasado, la vida es dialéctica y cuando una gran nación se levanta y pone todos sus talentos en pro de su desarrollo nada le es imposible. Hoy podría haber disidencia sobre la necesidad o no de la “Operación Militar Especial” pues nada es perfecto, pero sí estoy convencido de que la gran mayoría del pueblo ruso está a favor y por eso las encuestas occidentales dan al Presidente Putin más de un 80% a favor de su reelección en las próximas elecciones.

Ya las cantaletas occidentales están hablando de negociaciones, pero ya se les acabó el tiempo, su oportunidad pasó y ahora Rusia reclamará la abdicación, rendición total con la aceptación de todos su objetivos: Entrega de los territorios faltantes por conquistar desde sus líneas actuales hasta las orillas del río Dniper incluyendo el Oblast de Odesa, el desarme total del ejército ucraniano o lo que quede del mismo y la desnazificación que quiere decir la purga de la población sospechosa y clasificada como neo-nazi. Y estas condiciones no son negociables para Rusia y serán reclamadas por el Estado Mayor del ejército, por la Duma estatal, por el presidente Putin y sobre todo por el pueblo ruso.