Claudia Sheimbawn, presidenta de México, no es un fly al catcher. Acaba de poner en su puesto a Donald Trump, tras este anunciar un aumento de los aranceles a las importaciones desde México. Copio: “Tomaré medidas arancelarias y no arancelarias en respuesta a esa decisión…Es inconcebible que no se piense en el daño que se va a causar por detener la creación de empleos en ambos países…Nadie gana con esta decisión. Por el contrario, afecta a los pueblos que representamos"…(No descarto que Claudia se atreva a llegar a la Casa Blanca, entrar al Salón Oval sin pedir permiso y darle un ramplimazo a Trump…¡Por fresco!).
Soy periodista con licenciatura, maestría y doctorado en unos 17 periódicos de México y Santo Domingo, buen sonero e hijo adoptivo de Toña la Negra. He sido delivery de panadería y farmacia, panadero, vendedor de friquitaquis en el Quisqueya, peón de Obras Públicas, torturador especializado en recitar a Buesa, fabricante clandestino de crema envejeciente y vendedor de libros que nadie compró. Amo a las mujeres de Goya y Cezanne. Cuento granitos de arena sin acelerarme con los espejismos y guardo las vías de un ferrocarril imaginario que siempre está por partir. Soy un soñador incurable.